Brown, un “invitado” de 29 años, ahora enfrentará el viernes en cuartos de final a su compatriota Philipp Kohlschreiber.
Tras tener libre en primera ronda, el primer sembrado del torneo volvió a encontrar dificultades sobre la hierba, una superficie que naturalmente no lo ayuda por su forma de juego y también le incomodo a su físico. Y de hecho los números lo demuestras, pues el mallorquín de 28 años no ha ganado un partido sobre césped desde la primera ronda de Wimbledon en 2012.
Rafa se encontró con un rival agresivo, que lo puso contra las cuerdas con golpes explosivos, tanto en volea como desde el fondo de la pista, incluso engañándolo con globos cuando el español subía a la red.
Nadal cedió por primera vez su servicio en el décimo game, para perder la primera manga tras 37 mintuos.
Agrandado por la situación, Brown tomó el comando del partido y le quebró de entrada a Rafa, con dos globos muy aplaudidos, y luego en el cuarto game, para confirmar el quiebre enseguida y ponerse 5-0.
El número uno mundial salvó el honor con su servicio, pero Brown no desaprovechó sus chances ni dejó agrandar a Nadal, que se despidió con un duro 6-4, 6-1, tras una hora de juego en la cancha central.