Primera en lanzarse oficialmente, la Ciudad Eterna, que ya organizó los Juegos en 1960, debería enfrentarse a París, probable candidata, Bakú y Doha, batidas por Tokio en la carrera a los Juegos de 2020, y una ciudad estadounidense entre Los ngeles, San Francisco, Boston o Washington.
Una ciudad alemana entre Berlín y Hamburgo, incluso una candidatura conjunta de las dos, podría también aspirar a los Juegos, y tal vez una ciudad africana, Durban o el dúo Johannesburgo-Pretoria, en Sudáfrica.
El Comité Olímpico Internacional (COI) tomará su decisión en 2017 en Lima.
Italia lo intenta pese a su crisis presupuestaria y su endeudamiento, que supera ya el 130% de su Producto Interior Bruto (PIB) .
Dos años y medio antes, el gobierno de austeridad de Mario Monti había preferido renunciar a una candidatura de Roma para 2020, argumentando que “no sería razonable”.
Líder de un país en plena crisis económica, Renzi presentó esta candidatura como una posibilidad para dinamizar las voluntades y también borrar la mala impresión de la renuncia para 2020.
Renzi hizo alusión a las dificultades presupuestarias de Italia, e incluso al escándalo de corrupción “Mafia Capitale” que apareció en Roma, pero afirmó que “Italia reúne todas las condiciones para lanzarse, sin dejar que nuestros problemas nos impidan soñar”.
“Nuestro país demasiado a menudo parece resignado, parece haber reducido su ambición”, se lamentó el jefe del gobierno para justificar la candidatura.
Las nuevas reglas adoptadas el 9 de diciembre por el COI controlan los riesgos presupuestarios.
La Agenda-2020, aprobada en la 127ª sesión de la familia olímpica en Mónaco, busca hacer los Juegos Olímpicos más flexibles y menos costosos y permite también recibir las pruebas en diversos lugares del mismo país.
Renzi se expresó antes de la ceremonia de entrega de los “collari doro”, la más alta distinción para un deportista italiano.
Roma lo intenta tras haber renunciado a la candidatura a los Juegos de 2020 (atribuidos a Tokio), el 14 de febrero de 2012, debido a dificultades presupuestarias evocadas por el gobierno, entonces dirigido por Mario Monti.
El jefe del gobierno italiano aseguró que el proyecto para 2024 “no está hecho de grandes infraestructuras o de grandes sueños, sino de grandes personas”, y prometió que Italia sería “en la vanguardia en el sistema técnico de control de gastos”.
Roma tiene un caso espinoso a resolver con “Mafia Capitale”.
Una investigación policial sobre esta red hace temblar a la clase política y revela por primera vez la existencia de un sistema de tipo mafioso en Roma.
Un centenar de empresarios y de responsables políticos romanos, entre ellos el exalcalde Gianni Alemanno (2008-2013), están en la mira de esta investigación.
El líder del partido de derechas Liga Norte, Matteo Salvini, había juzgado a Renzi como “un hombre peligroso. Tenemos todavía catedrales en el desierto de los Juegos de Invierno en Turín (2006) y deudas por el Mundial de natación en Roma (en 2009)”.
La apuesta de traer los Juegos a Roma, 64 años después de 1960, va bien con la personalidad de Matteo Renzi, de 39 años, en el poder desde hace diez meses. Uno de sus modelos, Tony Blair, logró también llevar los Juegos a Londres para 2012.
Renzi habló de una candidatura “no en el espíritu de Coubertin, para participar, sino para ganar. Esta desafío nos llena el corazón de orgullo y de dificultades, pero lo hacemos por nosotros, por nuestros hijos, por Italia”, aseguró.
