Deporte Nacional

Ana Gabriela Martínez vale oro

Ana Gabriela y Andrea Martínez González, campeonas juveniles del mundo, buscan ser un ejemplo para la niñez guatemalteca.

Ana Gabriela Martínez sonríe con sus siete medallas de campeona mundial juvenil. (Foto Prensa Libre: Esbin García)

Ana Gabriela Martínez sonríe con sus siete medallas de campeona mundial juvenil. (Foto Prensa Libre: Esbin García)

Ganar siete títulos mundiales juveniles es un privilegio que muy pocos deportistas tienen, y Guatemala cuenta con una digna campeona, la raquetbolista Ana Gabriela Martínez González, que asegura va por más.

El fracaso y la derrota son dos palabras  que no tienen cabida en Martínez, y es el fruto de su constancia, disciplina y entrega lo que le ha llevado a subir al podio en más de una ocasión.

“Ser campeona tiene muchos significados: Uno que el trabajo duro de todos estos años están dando resultados, además como persona no me siento diferente, solo me motiva a ser cada día mejor y para que los niños que vienen abajo  nos tomen como un ejemplo. El objetivo es hacer de nuestro país, un país ganador”, resaltó Martínez.

En la reciente edición del Torneo Mundial Juvenil de Raquetbol, que se celebró en San Luis Potosí México, Ana Gabriela obtuvo su séptimo cetro, pero además pudo cumplir otro de sus sueños: ganar un campeonato en la modalidad de dobles junto a su hermana Andrea.

Entre ambas existe una gran complicidad, y aunque a veces discuten en la cancha, prevalece el  deseo de superarse, lo cual fue vital para festejar  juntas el oro en dobles femeninos.
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Apoyo total

Andrea y  Gabriela cuentan con el apoyo incondicional  de sus padres Roxana y Héctor. La única condición siempre ha sido  mantener el promedio escolar, pues sino su castigo sería ya no jugar al raquetbol.

En la vida profesional, Andrea sigue el ejemplo de sus padres y estudia odontología, y aunque en la universidad los permisos para ausentarse son más complicados, sigue dando todo su esfuerzo en cada entreno y competencia.

Gaby, quien el próximo año   cursará  quinto bachillerato, ha contado con el  total respaldo de su establecimiento durante sus competencias. Sus compañeros y maestros comprenden que ser una atleta de alto rendimiento requiere de mucho sacrificio  y en algunas ocasiones  le reprograman tareas y exámenes.

Para su madre Roxana es un orgullo ver a sus hijas triunfar, y más al ver la pasión y compromiso con que siempre se entregan.

“Es un orgullo increíble y una felicidad enorme. Hemos vivido momentos duros, pues  no todo ha sido fácil, especialmente porque me hacen mucha falta cuando se van a las competencias, pero se ven  los frutos de su esfuerzo y eso me hace muy feliz”,  confesó Roxana.

Cada competencia en la que participan las hermanas  hace que la familia completa —abuelos, tíos, primos— se unan y celebren los logros, aunque a ellas no les gusta recibir mensajes, pues las hace sentir  nerviosas y prefieren enfocarse en pelear cada punto dentro de la duela.

Gaby y Andrea viven una rivalidad muy sana y aunque solo se han enfrentado en torneos nacionales, Gaby ha ganado los encuentros.

El próximo año es de muchos retos para las hermanas Martínez, pero en cada uno dejarán el alma para representar con orgullo a Guatemala.

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