Deporte Nacional

Dolores Molina y Heidy Juárez son dueñas de la historia

El tiempo pasa, pero la amistad y los grandes momentos se han quedado guardados en los libros de oro, como es el caso de   María Dolores Molina, en ciclismo, y Heidy Juárez, en taekuondo, dos grandes mujeres  del deporte nacional.

María Dolores Molina y Heidy Juárez tienen mutua admiración por los logros que alcanzaron cada una en sus disciplinas. (Prensa Libre: Fernando López)

María Dolores Molina y Heidy Juárez tienen mutua admiración por los logros que alcanzaron cada una en sus disciplinas. (Prensa Libre: Fernando López)

Un café y unos quesos fueron la excusa para conversar. “Me alegra verte de nuevo Lola”. “Para mí es un gusto, Heidy, cuánto tiempo ha pasado”, fue parte de la conversación inicial de reencuentro de dos grandes deportistas.

Los elogios entre ambas prevalecieron en la plática. “Cuando a mí me pregunta quién es la mejor atleta de Guatemala, sin duda respondo: Heidy Juárez”, indicó Lola.

La huella que Molina y Juárez dejaron es imborrable. Cada éxito es ahora un lindo recuerdo, que en su momento fue aplaudido a lo grande, como esa medalla de plata en los Juegos Panamericanos 2003 de María Dolores o el cuarto lugar en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, de Heidy.

“Creo que el papel que hicimos  en el deporte femenino fue satisfactorio. Se formó  una base  importante y se impulsó a las nuevas generaciones a mantener la línea de los buenos resultados”, consideró Juárez.

La exseleccionada de taekuondo marcó una época dorada, en especial por ser la primera mujer guatemalteca en ganar una medalla a escala panamericana, al colgarse el oro en Winnipeg 1999.

Los colores azul y blanco siempre fueron la inspiración para Molina y Juárez. “Siempre se trató de poner  a Guatemala en lo más alto,  dejando a un lado las diferencias, y se demostró que  la unión y el respeto es lo que los hace llegar lejos”, expresó Molina.

María Dolores Molina

“Para salir adelante en el  deporte se necesita  unidad, la cual es vital en  cualquier momento; hace las cosas más fáciles. En mi caso,   teníamos un equipo que estaba bien convencido de lo que estábamos haciendo, siempre estuvimos unidas y eso nos dio mucha fuerza”, afirmó Lola.

Formación Integral

Aunque Juárez se retiró de las competencias en el 2007,  el taekuondo sigue siendo parte de  su vida y ahora se dedica a formar a niños y jóvenes en el deporte, con la implementación de un programa integral que transmite  confianza y motivación  para alcanzar las metas.

“No soy de las personas que opinan que la mujer es más que el hombre,  pienso que hay una igualdad entre géneros. Todos estamos capacitados para hacer las cosas. Siempre les digo eso a mis pequeños, en especial a las chicas, porque en esta sociedad existen muchas etiquetas”, compartió la exseleccionada de taekuondo.

Aseguró que  para mejorar el deporte en general Guatemala necesita muchos cambios culturales  y empezar a transformar mentes.

Por su parte, Molina consideró que el  deporte es un  estilo y filosofía de vida, el cual debe  ser colectivo. “Aunque solo una persona gane una  medalla, todos siguen entrenando unidos para lograr los objetivos”, dijo.

Explicó que gracias al deporte las personas pueden volverse más disciplinadas, en especial fomenta el crecimiento del ser humano. “Cuando las diferencias se acorten vamos a tener realmente paz para alcanzar la madurez como sociedad”, expresó.

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