Deporte Nacional

José Ramos cumple su sueño de niño al clasificar a Río 2016

El judoca José Ramos  se convertirá en el quinto atleta en la historia en representar a Guatemala en unos Juegos Olímpicos, al clasificarse a las justas de Río 2016.

El judoca José Ramos representará a Guatemala en los Juegos Olímpicos de Río 2016. (Foto Prensa Libre: Jeniffer Gómez)

El judoca José Ramos representará a Guatemala en los Juegos Olímpicos de Río 2016. (Foto Prensa Libre: Jeniffer Gómez)

Su sonrisa inocente acompaña cada frase que dice. El sueño que empezó a tejer  cuando era tan solo un niño ya toma forma y lo hace vivir de una manera plena y feliz, cuando está a un paso de  un acontecimiento que sin duda marcará un antes y un después en su vida como deportista.

José Ramos es un ejemplo por seguir, es una muestra de que todo sacrificio trae su recompensa, en su debido momento. Días de desvelo y de madrugar para viajar de Cobán a la capital, para poder entrenarse de una manera apropiada y subir su nivel.

Todos aquellos momentos en los que quizás dudó, pero no cedió, vienen a su mente ahora que  ha logrado saborear el éxito. Se demostró a sí mismo que es capaz de lograr grandes cosas por su familia y por su país.

En la edición de Atlanta 1996 representaron los colores azul y blanco los judocas Juan González —71 kg.— y Rodolfo Cano —86 kg.—, quienes culminaron su participación en los puestos 33 y 32, respectivamente.
Esa fue la primera aparición de nacionales en los Olímpicos. Posteriormente Jorge Quintanal hizo lo propio en la categoría de -66 kg., en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000. El deportista guatemalteco ocupó el puesto 17 en esa ocasión.
Y la última y más reciente participación la tuvo el originario de Izabal Darrel Castillo, quien disputó los Juegos de Londres 2012, en la división de 105 kilogramos. También ocupó la casilla 17.


Es el antepenúltimo de siete hermanos que crecieron en Cobán, Alta Verapaz, y que por un breve tiempo también se formaron en Petén. Proviene de una familia trabajadora y con una pasión especial por los deportes.

“Mi papá es mecánico y mi mamá ama de casa”, cuenta con orgullo el judoca José Ramos, único exponente de esta disciplina que competirá en Río de Janeiro con el nombre de Guatemala incrustado en el corazón.

En el 2008 estudiaba en la Escuela San Marcos, en Cobán. Un grupo de compañeros lo empezó a acercar al judo y fue como amor a primera vista.

“Entrenaba todas las noches, de 6 a 8, de lunes a viernes. Cuando venía a la capital los sábados a entrenar, salía a las 2 de la madrugada y llegaba a las 6. Entrenaba y luego me regresaba a Cobán”, recuerda con nostalgia el deportista.

Cuatro años después de haber comenzado su aventura en este deporte de combate  llegó el momento de dar un paso más allá para conquistar nuevos retos, y él lo sabía.

“El profesor Alberto Lemus me llamó para invitarme a entrenar con la Selección Nacional”, dice Ramos, quien entonces tuvo que tomar la difícil decisión de dejar su querido Cobán para mudarse a la capital.

“Yo quería venirme y salir a competir. Siempre soñé con estar en la Selección. Mis papás no mucho querían, pero yo les decía que era lo que yo soñaba. Me dolió porque ya solo los podía visitar una vez al mes o cada dos meses, pero valió la pena el sacrificio”, confiesa.

Con apenas una semana de haber llegado a la capital, José Ramos fue tomado en cuenta para competir en la Copa del Mundo de Astaná, en Kazajistán, en el 2012. La sorpresa fue que logró un más que decoroso tercer lugar.

“Ahora mis papás me felicitan a cada rato por haber destacado a nivel internacional y están muy felices porque me está yendo bien. Me dicen que le eche ganas y que no me dé por vencido. Vale la pena cada golpe, cada caída y cada entrenamiento”, asegura el cobanero.


Máxima recompensa

El 29 de mayo de este año, José Ramos vio plasmado su esfuerzo de años en el ranquin mundial de la Federación Internacional de Judo, cuando se cerró el conteo y se definieron las plazas para los  Juegos Olímpicos de Río 2016.

“En ese momento mis papás estaban muy felices. Me dijeron que me habían visto en la televisión y que habían dicho que había clasificado”, recuerda con entusiasmo el judoca, quien con 128 puntos ocupa el puesto 84 del escalafón mundial en la división de -60 kg.

Para Ramos fue un momento indescriptible y a pesar de la distancia lo disfrutó y compartió con su familia, y aunque no fue su primer gran logro, tuvo un sabor distinto por lo que significan las justas olímpicas.

Perfil de José Ramos
Nació el 9 de noviembre de 1994.
Ocupó el tercer lugar en la Copa del Mundo que se disputó en Astaná, Kazajistán, en el 2012.
Compitió en el Campeonato Panamericano de Buenos Aires, Lima, San Salvador y Chile.
También representó a Guatemala en el Grand Prix de La Habana y fue eliminado en la tercera ronda.


“Todas las competencias a las que voy son importantes para mí y trato de dar lo mejor de mí. Ahora que estoy clasificado entreno con más ganas y motivación”, afirma.

Nada en la vida es color de rosa y a estas alturas de su carrera Ramos recuerda que las lesiones han intentado truncar sus objetivos, pero lo más importante es que no lo han logrado.

“Las lesiones siempre son dificultades para uno. Estuve mal de una rodilla y tuve que estar en un intenso tratamiento para poder recuperarme”, asevera José Ramos.

El exponente nacional, además, se convertirá en el quinto judoca guatemalteco en competir en unos Juegos Olímpicos y espera superar las participaciones anteriores.

En la edición de Atlanta 1996 representaron los colores azul y blanco los judocas Juan González —71 kg.— y Rodolfo Cano —86 kg.—, quienes culminaron su participación en los puestos 33 y 32, respectivamente.

Esa fue la primera aparición de nacionales en los Olímpicos. Posteriormente Jorge Quintanal hizo lo propio en la categoría de -66 kg., en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000. El deportista guatemalteco ocupó el puesto 17 en esa ocasión.

Y la última y más reciente participación la tuvo   el originario de Izabal Darrel Castillo, quien disputó los Juegos de Londres 2012, en la división de 105 kilogramos. También ocupó la casilla 17.

“Me emociona mucho el poder representar a Guatemala en Juegos Olímpicos. El saber que los guatemaltecos están pendientes de uno y que nos apoyan es algo que me motiva y me impulsa a esforzarme más. Saber que no solo voy a competir por mí, sino  por todos y que puedo darle una alegría al país, que está acostumbrado a atravesar momentos difíciles y que necesita buenas noticias”, enfatiza José Ramos, uno de los guerreros guatemaltecos que se enfoca en Río 2016.

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