Este año, el velerista Juan Ignacio Maegli ganó su tercera medalla de oro en Juegos Panamericanos; es el primer guatemalteco en conseguirlo. Escribió su nombre en la historia —además tiene dos bronces— y lo disfruta en una etapa de madurez deportiva que le ha permitido alcanzar sus objetivos.
En los últimos días del año, Maegli disfrutó los atardeceres increíbles en Santa Catarina Palopó acompañado de su familia, amigos y de sus perros Stan y Rafa.
En su rincón favorito se llenó de calma con el sonido del lago de Atitlán, previo a afrontar un 2020 que trae consigo su evento favorito del ciclo, los Juegos Olímpicos.
Se pierde en sus pensamientos mientras hace memoria de lo que vivió en los pasados 365 días. Fue un año difícil para él, pero también tuvo alegrías, como el ganar la medalla de oro en los Juegos Panamericanos de Lima 2019 y lograr la clasificación a Tokio 2020.
Entonces comienza a recordar. Realmente son 20 años los que le ha dedicado al deporte. Ha hecho sacrificios que no cualquiera está dispuesto a hacer. Ha sido su disciplina y dedicación. En ese lapso, Maegli, a pesar de las adversidades, ganó cinco medallas panamericanas.
“Para mí los panamericanos son muy importantes. Ganar la tercera medalla de oro era un reto personal muy importante. Uno puede ser talentoso, pero mantenerse durante 20 años requiere de profesionalismo y dedicación”, confiesa.
Juani volvió a mostrar su hegemonía en Lima. Volvió a sonreír y disfrutar, pero no solamente por su logro, sino también por el de su hermana Isabella —láser radial—, quien en las justas panamericanas clasificó a sus primeros olímpicos.
Tokio 2020
Eso ha significado una alegría indescriptible para los Maegli Agüero. Juan Ignacio está orgulloso e ilusionado porque tendrán el apoyo de toda la familia, en Japón.
“Es la primera vez que mi mamá va a ir a una competencia, porque se pone muy nerviosa. Pero ahora, con Isabella y conmigo compitiendo, irá a Tokio a apoyarnos”, dice con una gran sonrisa.
El velerista nacional, de 31 años, ha sido constante. Disputará sus cuartos Juegos Olímpicos —Pekín 2008, Londres 2012 y Río 2016—, con el mismo objetivo. No se rinde y no se desanima.
Maegli es un atleta que no ha temido decir que su sueño y su meta es ganar una medalla olímpica, y ha estado cerca, en el top 10 de las que se disputaron en Río de Janeiro.
Esa era la cita en la que tenía previsto subir al podio, pero en los meses previos sufrió una grave lesión en la columna, que casi lo dejaba sin posibilidades de competir.
Hoy, cien por ciento recuperado y con secuelas, leves de la cirugía por la que tuvo que pasar, Juan Ignacio vuelve a gritar que a Tokio va en búsqueda de una medalla.
“Sé que no soy el único que piensa eso; como yo, todos los que van a competir llegan con ese objetivo. Pero daré lo máximo para poder conseguirlo”, dice.
¿Qué viene después de Tokio?
El navegante nacional no se afana en pensar qué hará después de los juegos. Aunque sí asegura que ahora que está casado, tiene otras prioridades y le gustaría ser padre.
Además, es consciente que su cuerpo ya no es el mismo de cuando compitió en sus primeros panamericanos —tenía 16—. No descarta un retiro después de este ciclo olímpico, pero sí asegura que no se va a desligar del deporte.
Quiere estar involucrado de alguna manera, ya sea como entrenador o en la misma Asociación Deportiva Nacional de Navegación a Vela.
Con todo
El 2020 recién comienza y Juani ya está listo para competir. En estos momentos está en Australia, en donde competirá del 3 al 7 de enero en los Nacionales de Australia.
Del 10 al 17 de febrero, en ese mismo país, luchará en el Mundial de Navegación a Vela, una prueba de nivel que le servirá para medirse ante los mejores.
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