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Hoy se cumplen cuarenta años del penalti de Panenka

Ocurrió hace cuarenta años en un mundo que ya no existe, cuando el 20 de junio en 1976 en el estadio Estrella Roja de Belgrado el checo Antonín Panenka convirtió en leyenda el quinto penalti de la final de la Eurocopa entre Checoslovaquia y Alemania Federal.

Antonín Panenka continúa ligado al futbol ahora en el lado administrativo. (Foto Prensa Libre: AFP)

Antonín Panenka continúa ligado al futbol ahora en el lado administrativo. (Foto Prensa Libre: AFP)

El centrocampista del Bohemians de Praga, que tenía entonces 27 años y era un perfecto desconocido fuera de su país, reescribió los dogmas del futbol. En lugar de sacar un cañonazo de sus botas, orientó su cuerpo hacia la derecha y lanzó un balón bombeado por el centro de la portería; una vaselina inédita que sorprendió al meta alemán Sepp Maier y al resto del planeta.

Su inolvidable gol le dio el título a los checoslovacos en aquel extraño torneo celebrado en Yugoslavia con solo cuatro selecciones en liza en la fase final, las citadas más la anfitriona y Holanda.

Checoslovaquia se había adelantado por medio de Svehlík y Dobias, pero Alemania recortó distancias con Müller y logró empatar en el minuto 89 con gol de Hölzenbein. Tras la prórroga, llegaron los penaltis. Y apareció la genialidad de Panenka.

“Me daba cuenta de que la potencia del tiro obligaba al portero a elegir un lado y me dije que sería desconcertante que el balón fuera despacito al centro de la portería”, explicaba Panenka recientemente en “Le Monde” .

El último en intentar un penalti picado ha sido el venezolano Luis Manuel Saijas en el duelo de la presente Copa América contra Argentina, aunque el meta Sergio Romero no picó el anzuelo.


El jugador llevaba ensayando el lanzamiento desde hacía dos años e incluso lo había probado ya en su campeonato liguero, sin mayor trascendencia. Empezó como un juego tras los entrenamientos, cuando se apostaba chocolates y cervezas a penaltis con el portero.

Pero la ejecución de su extravagancia en la final de un campeonato internacional la convirtió en una marca propia de la historia del futbol, y también en un espejo para algunas de las estrellas que llegaron después.

Desde aquel 20 de junio de 1976 han tirado penaltis “a lo Panenka”  estrellas como Zinedine Zidane, Andrea Pirlo, Sergio Ramos o Lionel Messi y el disparo incluso da nombre en España a la revista de futbol “Proyecto Panenka”.

El primero en repetirlo en una Eurocopa fue el italiano Franceso Totti en la semifinal de Bélgica y Holanda en 2000 contra el portero holandés Van der Sar, de casi dos metros. Totti nació en septiembre de 1976, tres meses después del Panenka original.

Al italiano le siguió en la Eurocopa de 2004 el portugués Helder Postiga en los cuartos de final frente a Inglaterra, con victoria para los lusos.

Después llegó el francés Zidane, en la final del Mundial de 2006 en Berlín y contra Italia en su último partido como profesional. Hizo gol, con suspense, aunque se le recuerda más el cabezazo que le propinó a Materazzi y que puso fin a su carrera con una tarjeta roja.

En la Eurocopa de 2012 fue el italiano Pirlo el que hizo volar plácidamente al sonriente meta inglés Joe Hart. Al preguntarle porqué lo había lanzado así, el “proffesore”  respondió: “Pensé que era lo más fácil”.

En ese mismo campeonato, el español Sergio Ramos repitió el disparo en la tanda de penaltis contra Portugal. España logró el pase a la final y se alzó con el título, precisamente, ante Italia.

El futbol latinoamericano, que en cuestión de penaltis tiene su sello propio con la “paradinha”  que popularizó Pelé en el Mundial de México de 1970, también ha abrazado el lanzamiento “a lo Panenka”.

Lo hizo el uruguayo Sebastián Abreu contra Ghana en la semifinal del Mundial de 2010 de Sudáfrica. Y también Messi, en la liga contra el Getafe en abril de 2015.

Incluso se ha atrevido algún portero, como el panameño Gabriel Gómez, que en un partido amistoso contra España en 2012 batió de esa forma a Iker Casillas.

Las reglas del futbol van cambiando y algunas de las ocurrencias que surgen en los terrenos de juego acaban censuradas por el reglamento.

Es el caso de la “paradinha”  de Pelé, que en la presente Eurocopa de Francia se sanciona con amarilla, mientras que los porteros se pueden mover sobre la línea pero también serán amonestados si se adelantan.

Sin embargo, el penalti “a lo Panenka”  no ha quedado proscrito y los futbolistas pueden seguir intentando 14 mil 610 días después el audaz gesto que en la Eurocopa de 1976 le dio a su progenitor una fama que no pudo capitalizar inmediatamente.

En tiempos soviéticos, un jugador debía tener al menos 30 años y 50 partidos como internacional a sus espaldas para jugar en el extranjero. Solo a los 32 años, en 1981, Panenka pudo firmar por el Rapid de Viena y continuó jugando al futbol en Austria hasta que se retiró a los 41 años.

En 1996 regresó a casa y actualmente es el presidente del Bohemians de Praga, el club de su vida.

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