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5 momentos que definieron a Ronaldinho como uno de los más grandes futbolistas del mundo… y el más alegre

Una sonrisa en su rostro y un balón pegado a sus pies. 

Así fue que Ronaldo de Assis Moreira vivió el fútbol desde que nació hace 37 años en Porto Alegre, Brasil, y que lo hizo convertirse en uno de los más grandes jugadores de la historia.

Y sin dudas el más alegre.

Eso es lo que más se recordará de Ronaldinho, una forma de sentir el fútbol que ya no volverá a brillar en una cancha.

“Él paró. Acabó”, anunció este martes su hermano y representante Roberto de Assis Moreira en una entrevista con la cadena brasileña O'Globo.

“Vamos a hacer algo bien grande, lindo, después del Mundial de Rusia, probablemente en agosto. Haremos varios eventos por Brasil, Europa y Asia. Y claro, estamos viendo (la posibilidad de organizar) un partido con la selección brasileña”, agregó sobre la que se cree será la gira de despedida de un jugador único e inolvidable, ovacionado incluso por sus rivales.

En BBC Mundo recopilamos cinco momentos que definieron su carrera y que lo llevaron a ser el ídolo de toda una generación de fútbol.

'Verdeamarela'

Vestido de amarillo fue que Ronaldinho se presentó al mundo.

Tras brillar en las categorías inferiores, debutó con la selección adulta días antes de la participación de Brasil en la Copa América de 1999.

Su impacto no se hizo esperar y en el primero partido de la Canarinha en Bolivia, Ronaldinho marcó su primer gol cuatro minutos después de haber saltado al terreno en el partido contra Venezuela.

Y lo hizo con una espectacular jugada en la que recibió el balón al bode del área, le hace un sombrerito al defensor Héctor Bidoglio, prolonga el balón ante la carga de Jorge Rojas y define al primer palo con potencia frente al portero Renny Vega.

Brasil ganó 7-0 a la Vinotinto y después conquistó la copa en la final contra Bolivia guiados por Ronaldo y Rivaldo, pero fue el tanto de Ronaldinho el que quedó grabado en la memoria de los hinchas.

Gol a Inglaterra

No tuvo el mismo impacto que sus compañeros en el tridente ofensivo brasileño en el Mundial de Japón y Corea del Sur en 2002, pero Ronaldinho contribuyó con uno de los goles del torneo.

Fue en los cuartos de final contra Inglaterra cuando a los cinco minutos de la segunda parte cobró un tiro libre cerca de la banda lateral, a unos 40 metros del arco, que terminó en el fondo de la red tras pasar por encima del portero David Seaman y tocar en el travesaño.

El tanto certificó la remontada de Brasil y el pase a las semifinales.

Magia azulgrana

“Ronaldinho fue el responsable de la transformación del Barcelona. Atravesaba un momento malo y el cambio que se produjo cuando él llegó fue impresionante”.

Las palabras del Lionel Messi resumen la importancia que tuvo el brasileño cuando llegó en 2004 al conjunto catalán, que llevaba cinco años sin ganar la Liga, seis la Copa del Rey y que sólo lucía la Copa de Europa de 1992 en sus vitrinas.

Y un momento que marcó ese cambio fue el día de su debut en el Camp Nou, que se produjo pasada la media noche el 3 de septiembre de 2003 frente al Sevilla.

Con el equipo andaluz adelante en el marcador, Ronaldinho recibió la pelota en el centro del campo, se fue en diagonal de dos rivales y con un potente disparo de desde fuera del área, que reventó el travesaño y entró en la portería, hizo estallar el júbilo en toda la grada.

El Barcelona terminó ganando esa liga y la siguiente, además de sumar su primera Liga de Campeones en 2006.

Ovación blanca

Frente al Real Madrid de los “Galácticos”, formado por Ronaldo, Zidane y Beckham, entre otros, Ronaldinho terminó levantando a toda la afición blanca de sus asientos para aplaudir la exhibición que estaban presenciando sobre la cancha.

Ocurrió el 18 de noviembre de 2005 en el primer clásico de la temporada, cuando el astro brasileño guió al Barcelona a una contundente victoria 3-0 firmando dos de los goles.

“Fue un juego perfecto”, dijo Ronaldinho en esa época.

“Nunca lo olvidaré porque es muy extraño para un futbolista ser ovacionado de esta manera por los aficionaos del equipo contrario”.

Cambio de testigo

Ronaldinho no sólo cambió el Barcelona, sino que también cimentó las bases de su futuro hasta el punto que hoy en día es embajador del club.

Fue gracias a su brillo que en el conjunto catalán pudo crecer y terminar de madurar un pequeño niño que se convertiría en el que es para muchos el mejor futbolista de su generación e incluso de la historia: Lionel Messi.

Y el momento en el que el maestro le dio la batuta a su pupilo para continuar con su legado sucedió en el mismo debut del argentino en la liga española.

En ese partido, frente al Albacete, en 2005, Ronaldinho fue el encargado de dejar sólo a Messi, quien terminó definiendo de vaselina para sentenciar la victoria 2-0 del club azulgrana.

Único

“El único hombre en la historia del fútbol que ha ganado la Copa del Mundo, la Copa de Europa, la Copa Libertadores y el Balón de Oro dice hoy adiós al fútbol. Estoy de pie aplaudiendo desde hace una hora a este dios del fútbol”, lo definió en su despedida el estadístico español Alexis Martín Tamayo, MisterChip.

 

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