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Keylor Navas, cara y cruz

Keylor Navas vivió un día de emociones encontradas en el Santiago Bernabéu al pasar de ser el villano al héroe del encuentro frente al Betis al salvar en la prolongación el gol del empate del conjunto sevillano.

El portero costarricense tiene una temporada complicada bajo los palos de la meta madridista. Tras una campaña pletórica, en la actual su labor es algo más irregular, dubitativa, y los siempre exigentes aficionados blancos se lo expresan en más de una ocasión con pitos.

La portería del Real Madrid siempre ha sido una posición seguida con lupa. Keylor Navas lo está sufriendo. Pero la confianza que tiene en él mismo le permite no desmoronarse y, como este domingo, superar el momento difícil y a la postre ser clave.

Tras la lesión con la que acabó la pasada campaña tuvo una reaparición en Dortmund, en partido de la Liga de Campeones, criticada producto de la falta de confianza por no haber gozado de minutos hasta entonces.

Y en los últimos partidos los aficionados le han recriminado errores como el que tuvo con una mala salida que tuvo ante Kevin-Prince Boateng en el partido frente a Las Palmas o su colocación en el gol del italiano Lorenzo Insigne que abrió el marcador en la ida de los octavos de final de la Liga de Campeones en el duelo entre el Real Madrid y el Nápoli.

El partido contra el Betis fue una montaña rusa para el arquero tico. El Betis reclamó en el debe arbitral que tuvo que ser expulsado a los 23 minutos en una acción en la que salió a cortar un balón, no lo consiguió y el serbio Darko Brasanac acabó derribado.

Dicha acción pudo mantenerse en la cabeza del guardameta costarricense, que minutos más tarde cometió un grave error al meterse en propia puerta el balón después de haber detenido un disparo raso del paraguayo Tonny Sanabria.

El público del Santiago Bernabéu no podía creer lo que acaba de pasar y recriminaron al tico por su fallo, que suponía el 0-1 y ponía muy cuesta arriba el partido, en el que el Real Madrid necesitaba vencer para recuperar el liderato después de que el Barcelona hubiera perdido en La Coruña ante el Deportivo.

Sergio Ramos, autor del segundo tanto con la que rubricó la remontada madridista, ejerció como capitán y no dudó en chocar la mano de Keylor Navas en ese momento y pidió tajantemente que se apoyara a su guardameta en vez de abuchearlo, algo que sentó de gran forma al tico que empezó a recobrar la confianza y jugar con mayor seguridad.

Cuando el partido llegaba a su fin Sanabria conectó un testarazo en el tiempo añadido, pero Navas, con esos reflejos felinos que lo caracterizan, salvó a los madridistas del empate y se ganó una gran ovación por parte del estadio, que respiraba ante la intervención del guardameta al que una hora antes había silbado.

Al finalizar el encuentro Navas reconoció su error y quiso dejar claro el apoyo de sus compañeros y entrenador. “Somos un equipo muy unido y todos me apoyan bastante. Los compañeros confían en mí y eso me compromete a seguir y a esforzarme para que estas cosas no vuelvan a pasar”, expresó en declaraciones a la página del Real Madrid.

Zinedine Zidane también mostró su apoyo al tico en rueda de prensa. “Es parte del juego, se puede equivocar como todos. Al final nos ha salvado el partido. Me quedo con el apoyo de todos sus compañeros. La parada la ha hecho él para salvar los tres puntos. Keylor tiene mucha personalidad y hace una parada magnífica al final. Ha compensado el error y salvado los tres puntos”, afirmó el técnico francés.

Ramos salió también en defensa de su compañero. “El Bernabéu es un estadio muy complicado. El nivel de exigencia es infinito. Cuando los jugadores fallan necesitan cariño. Hoy era un momento importante en el que nos jugábamos el liderato y Keylor es el que está detrás de todos y ha salvado la victoria con un paradón que le daba el empate al Betis. Me alegro de que se haya compensado un poco y recupere confianza. Keylor es un porterazo y creo que va a alcanzar su mejor nivel al final de la temporada”, afirmó en la zona mixta el central español.

Navas, villano de entrada, acabó triunfante. Había superado una situación tremendamente complicada, por superar su error y por salvar los tres puntos. Vivió la cruz, pero supo rehacerse y el partido acabó del lado de la cara para el internacional costarricense. 

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