No había margen de error para los guerreros del Valle de Panchoy. El árbitro Wálter López se llevaba su gorgorito a la boca para dar el pitazo inicial. Todo estaba listo para que los antigüeños conquistaran, ese domingo 20 de diciembre del 2015, su primer cetro de campeón de liga.
La lesión de su volante de contención Fredy Thompson, apenas al minuto 13, comenzaba a complicar las cosas. Los pechoamarillo están bien parados. Los seguidores no pierden el ánimo y alentan con todo a su amado representativo.
Siete minutos después, el delantero Óscar Ovidio Isaula se encargó de conseguir el primer gol para la causa colonial. Un inclemente derechazo del catracho al primer poste de la portería, que protegía el guardameta uruguayo Álvaro García, provoca que el Pensativo explote. La serie final se empataba 2-2.
Los locales estaban cerca de abrazar la gloria. La afición empezaba a arreciar su apoyo. El timonel Mauricio Tapia se movía de un lado para otro. Sin embargo, todo se resolvería hasta en la segunda mitad.
El costarricense Manfred
Russell era el conductor del juego ofensivo de los coloniales. Una jugada que él inició por el sector derecho recalaría en los botines del mediapunta argentino Alejandro Gambetita Díaz, quien después de una gran conducción realiza un perfecto pase para que Édgar David Chinchilla consiga el gol del título. Era el minuto 73. Después de un intento fallido, en el Clausura 2001, Antigua GFC saboreaba las mieles del triunfo.
Antes de que finalizara el juego, el ariete oriental Juan Manuel Klug, con un zurdazo, hizo que el corazón de los seguidores panzaverde se detuviera por un instante, ya que su remate topó en el poste izquierdo de la portería custodiada por Víctor Ayala.
Hoy, en la final de vuelta del Apertura 2017, los dirigidos por Mauricio Tapia intentarán aferrarse a esa majestuosa historia y al recuerdo del año pasado, cuando en la propia casa munícipe conquistaron la segunda estrella de su escudo.