El defensor es recordado por haber estado al lado de leyendas como Henry Stokes y por su forma de juego el que imponía respeto en la última zona gracias a que era fuerte para jugar.
Parte de su legado fue formar parte del grupo que ganó el título albo en 1970.
La llegada del jugador, nacido el 10 de noviembre de 1945, al equipo crema se dio de una manera curiosa.
A sus 16 años ya era conocido en los campos del Manía Villatoro, pero por la bebida fue enviado al Mariscal Zabala en donde integró el equipo de ese lugar hasta que fue visto por un casatalento albo.
Dos años más tarde se vinculó a los blancos totalmente y empezó la historia del gran Fernández Lugo, uno de los grandes referentes de la última zaga blanca.
Además, vistió los colores de Aurora y el Marthon de Honduras. En 1979 regresó a Guatemala y se retiró del futbol.