“Será mi primera final en Guatemala, con los conjuntos más laureados del país. Además, tiene un ingrediente extra porque serán dos clásicos cuyos partidos los desean jugar todos”, declaró ayer Maradiaga.

relajado

“Estoy tranquilo. No altero en nada mi manera de trabajar, pero lo tomó con alegría y como una bendición. Si bien es cierto que será la primera final en Guatemala, tengo suficiente experiencia por los clásicos y juegos por el título que viví en Honduras”, agregó el entrenador, quien campeonizó con el Marathon y Motagua.

“Jugar una final es un honor, orgullo y privilegio, y para nosotros es una satisfacción estar en está fiesta. Vivirla con intensidad está en la parte mental, en donde debemos ser sólidos”, resaltó.

“Espero que el público viva una verdadera fiesta, porque es la final. Ojalá que el comportamiento sea adecuado, que se disfrute y que el partido no altere nada, ni tampoco provoque lamentaciones”, señaló el entrenador.

lesión de leandriño

El Primitivo sostuvo que la lesión que dejó fuera del encuentro del viernes al goleador brasileño Leandro Barrios es lamentable, pero ante “todo está el ser humano”.

“No vamos a forzarlo. Si no está bien, jugará otro. No vamos a lamentar su ausencia, porque su puesto será ocupado con la intención de contar con un equipo que responda de la mejor manera”, añadió.

Maradiaga se reservó quién sería el sustituto de Barrios. “Puede estar Darwin (Oliva), Mario Rodríguez, Castillo (Juan José), Isaula (Óscar) o Juan Valenzuela. Tengo de dónde escoger”, reconoció.

El técnico habló de la debilidad de los escarlatas: la defensa. “Todos tenemos un talón de Aquiles. Nosotros no somos la excepción. El tema de la defensa no me inquieta. Cuando se juega pensando en al marco rival suceden desatenciones o fallas individuales, pero son pequeños detalles”, afirmó.