Al margen de las presentaciones previas, en el primer día abierto al público los expositores pusieron el acento en algunas innovaciones que están desde hace poco en el mercado y con las que quieren familiarizar más a sus clientes.
El consorcio Microsoft, por ejemplo, ha aprovechado el primer día de público para continuar con la ofensiva de su nuevo sistema operativo Windows 10.
El presidente de la compañía, Nick Parker, pronunció un discurso en el que aseguró que Windows 10 ya está funcionando en 75 millones de aparatos en todos el mundo.
Para el año próximo, se espera, según Parker, que se llegue a los 500 millones de dispositivos con Weindows 10 como sistema operativo.
Con el discurso de Parker, Microsoft, tras varios años de pasar relativamente desaparcibido en la muestra berlinesa, vuelve a llamar la atención de los observadores.
Entre los expertos hay opiniones divididas acerca de si Windows 10 podrá reactivar el mercado de ordenadores. Parker está convencido de que muchos usuarios cambiarán sus viejos ordenadores por nuevos y recordó que actualmente hay en uso cerca de 600 millones de aparatos que tienen más de cuatro años.
La IFA también ha sido el escenario de la presentación de diversos dispositivos de diversas marcas como Dell, Acer, Lenovo, Toschiba o Panasonic que funcionan con Windows 10.
Los fabricantes de televisores planos también han lanzado una ofensiva en la muestra berlinesa para mostrar mejoras en la tecnología de alta definición.
Ahora, siguiendo el lenguaje técnico, se trata de mostrar las ventajas del salto del Ultra-HD al HDR (High Dinamic Range) . El portavoz de Sony, Gerrit Gericke, dijo que la mejora es a primera vista más clara de la que significó el paso del HD al Ultra HD.
Otras empresas como Samsung o Panasonic también presentan innovaciones en la misma dirección.
Más allá de los dispositivos de moda y los televisores planos, la IFA se ha centrado en esta edición en la interconectividad y el denominado “internet de las cosas” , un sector incipiente y con mucho potencial que consiste en conectar aparatos entre sí mediante la red.
Las posibilidades aquí son amplísimas, apuntan en la feria, donde avanzan desde aplicaciones móviles para encender la calefacción antes de llegar a casa a colchones con múltiples sensores que cada mañana descargan en el teléfono un informe sobre la respiración, el pulso y los movimientos del usuario.
Un frigorífico de Siemens incorpora una cámara web que se puede consultar desde el móvil para revisar, sin estar delante, qué hace falta incluir en la lista de la compra.
Una lavadora Miele, por su parte, lanza una alarma al teléfono cuando se está agotando el detergente y permite, en tres clics, comprar más.
Otros de los puntos fuertes de la IFA en este año son los llamados “wearables” , dispostivos tecnológicos que se llevan directamente pegados al cuerpo, del que los relojes inteligentes son uno de tantos ejemplos.