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“Ganar dinero sin importar cómo”: el operador financiero que revela los secretos más sombríos de los grandes bancos

Kweku Adoboli era un dinámico y exitoso operador de la City de Londres hasta que, de un día para otro, se convirtió en el rostro del mayor escándalo financiero de los últimos tiempos en Reino Unido.

En una serie de transacciones irregulares, este joven de origen ghanés le hizo perder una fortuna de US$1,900 millones a su empleador, el gigante suizo UBS (uno de los bancos más grandes del mundo).

El sector financiero y la justicia no se lo perdonaron: Adoboli fue condenado a siete años de prisión en 2012.

Los fiscales lo describieron como un “maestro estafador” y un “sofisticado mentiroso”.

Y desde entonces este hombre que hoy tiene 36 años no ha podido quitarse de encima el rótulo de “el operador financiero más deshonesto en la historiade Reino Unido”, como lo calificó la policía.

Recientemente salió de prisión (antes de lo previsto por buena conducta) y acaba de darle una entrevista exclusiva a la BBC.

Adoboli no sólo niega ser un criminal, sino que además rechaza la teoría de que actuó como un “lobo solitario” en el mundo de los bancos.

Según él, en las instituciones financieras impera la consigna de “ganar dinero sin importar cómo”.

Manejos sombríos

Pero primero hay que entender es qué hizo Adoboli para terminar en la cárcel.

En medio de la crisis financiera global que estalló en 2008, realizó una serie de apuestas financieras riesgosas en busca de abultadas ganancias.

Y para encubrir sus manejos sombríos creó un complejo esquema de encubrimiento. Básicamente, lo que hacía era registrar transacciones ficticias para “tapar” las irregulares.

Fue así como violó las reglas internas de UBS y, desde luego, la ley.

Las pérdidas fueron enormes tanto para el banco suizo como para la City de Londres. Y no sólo por el dinero: hasta hoy el sector financiero enfrenta la desconfianza del público, que lo acusa de ser poco transparente.

Adoboli, quien se ha disculpado públicamente por el fraude, le asegura a la BBC que el sistema lo llevó a actuar como lo hizo.
“Los operadores son impulsados a obtener enormes ganancias y son premiados por ello”, afirma.

“Hay un verdadero conflicto de intereses en los bancos, porque por otro lado quieren mostrarse como instituciones responsables”.

Por eso, Adoboli no duda de que otros operadores hayan cometido -y estén cometiendo- delitos similares a aquellos por los que él fue encarcelado. “Estoy absolutamente convencido”, exclama.

Riesgo o regulación

El exoperador de UBS dice que el comportamiento de los bancos “no ha cambiado” desde que estalló “su” escándalo.

“Muchos excolegas con los que he hablado me cuentan que están haciendo frente a los mismos problemas. Fundamentalmente, la presión por obtener grandes ganancias en un sector que está cada vez más regulado en cuanto a los procedimientos y la rentabilidad que puede lograr”.

“Es algo que está en la base de la industria financiera”, afirma Adoboli.

“La presión es muy grande, porque los bancos buscan el mismo nivel de beneficios que en el pasado. Y como los márgenes de ganancias se han estrechado y los controles se han intensificado, la única manera de conseguir dinero serio es tomando riesgos”.

“Claramente, en el sector financiero hay un conflicto entre las metas y las posibilidades de lograrlas”, asegura.

Según Adoboli, cada vez que a un operador enfrenta este conflicto ingresa en “una zona gris proclive al delito”, de modo que la probabilidad de que haya irregularidades a nivel cotidiano “es alta”.

UBS, que casi se tambalea por el escándalo protagonizado por este exempleado, ha negado que otros miembros de su plantilla hayan estado involucrados en las operaciones de Adoboli y ha dicho que éste actuó solo.

“Cometí muchos errores, acepto mi culpabilidad”, le dice el exoperador a la BBC. “Pero actué en un contexto”.

Lo cierto es que algunos de sus compañeros sospechaban desde hacía tiempo de la naturaleza de sus transacciones.

Entonces, la gran pregunta que queda en el tintero es cómo los directivos del banco UBS tardaron tanto en enterarse:

¿realmente no lo detectaron o simplemente lo permitieron?

El exoperador se siente solo porque el sector financiero lo ha desmentido y aislado.

Pero él insiste en que hay muchos otros cómo él que han caído en la trampa del beneficio a toda costa.

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