Estos son los principales protagonistas del caso:
Paulo Roberto Costa
Director de Abastecimiento de Petrobras entre 2004 y 2012, reconoció haber aceptado US$1.5 millones de para facilitar la compra de una refinería en Estados Unidos.
Costa trabajó 35 años en la petrolera y entró en la mira de la policía luego de recibir un auto de lujo de Alberto Youssef, un especialista en lavar dinero.
Costa es hoy es uno de los principales delatores del andamiaje delictivo de la estatal.
Actualmente en prisión domiciliaria, firmó un acuerdo de colaboración premiada para reducir su eventual pena a cambio de detallar cómo funcionaba la red.
En su testimonio, involucró a legisladores.
Alberto Youssef
Fue uno de los primeros presos de esta causa y es una pieza clave del esquema.
Considerado uno de los mayores cambistas de Brasil, está acusado de ofrecer sus empresas para lavar el dinero de los sobornos pagados a los directivos de Petrobras.
Youssef ya había sido procesado y preso en 2003 por crímenes contra el sistema financiero y lavado de dinero en el llamado caso “Banestado” , que destapó un gigante esquema de evasión de divisas desde el Banco del Estado de Paraná hacia paraísos fiscales.
Sergio Moro
El juez de 42 años es quien lleva adelante la causa en la Justicia Federal de Paraná (sureste) , donde se concentran las investigaciones.
Moro es un referente en materia de delitos financieros en Brasil y se ganó la fama de juez “implacable” .
Condujo el caso Banestado y en 2012 fue juez auxiliar de la corte suprema durante el juicio del Mensalao, que destapó un esquema de sobornos a legisladores a cambio de votos que dejó una gran mancha en la hoja del gobernante Partido de los Trabajadores.
Rodrigo Janot
El procurador general de la República es el fiscal que actúa ante la corte suprema, investigando autoridades con fueros, que no pueden ser juzgados por la justicia común.
El 3 de marzo pidió ante la máxima instancia judicial la apertura de investigaciones contra 54 políticos para determinar si participaron en la monumental trama de corrupción.
Janot fue nombrado en 2013 por la presidenta Dilma Rousseff por su “brillante carrera” dentro del Ministerio Público y por confiar en su independencia. Hoy, tiene en sus manos una de las causas más explosivas y delicadas de la política brasileña de los últimos años.
Pocos días antes de que presentara sus pedidos de investigación contra políticos, Janot debió reforzar su custodia luego de que informes de inteligencia alertaran sobre un aumento del riesgo para su seguridad.
Teori Zavascki
Juez de la corte suprema de Brasil, encargada de velar por el cumplimiento de la Constitución y único cuerpo con atribuciones para juzgar delitos penales del presidente de la República, parlamentarios y otros funcionarios protegidos por fueros.
Zavascki fue elegido mediante un sorteo como el relator del caso Lava Jato y es quien debe recibir y estudiar todas las denuncias y pedidos del procurador, para informar luego al resto de los magistrados, que junto a él deliberarán sobre el caso.
Según funcionarios que lo conocen, Zavaski es un juez meticuloso, discreto y que trabaja rigurosamente apegado a la letra. Llegó a la corte suprema durante el mandato de Rousseff.
El “club” de las constructoras
De acuerdo con la fiscalía, 16 empresas formaron un “club” para amañar licitaciones y adjudicarse las mayores obras contratadas por Petrobras entre 2004 y 2014. La lista incluye a las principales constructoras del país, como Odebrecht, Andrade Gutierrez y Camargo Correa.
En reuniones secretas, las compañías definían quién ganaría una licitación específica y cuál sería el precio que pagaría.
Las cotizaciones, siempre infladas en perjuicio de las arcas públicas, recibían el visto bueno de los directivos de Petrobras que recibían las propinas, de entre 1% y 5% del valor de cada contrato.
La fiscalía pidió un resarcimiento de más de US$1,500 millones por enriquecimiento ilícito de varias compañías, que contempla indemnización por daños a la petrolera, además de una reparación económica al Estado y multas.