Economía

Díaz cumple 1 año en la SAT: 5 factores que han marcado la recaudación en plena pandemia

En un contexto de pandemia, el superintendente Marco Livio Díaz Reyes cumple un año en el cargo con varios retos para mejorar la recaudación y logros en el área de cobranza electrónica.

El superintendente Marco Livio Díaz Reyes, firmó resolución que resguarda información de gestión en la Intendencia de Fiscalización. (Foto Prensa Libre:  Hemeroteca)

El superintendente Marco Livio Díaz Reyes, firmó resolución que resguarda información de gestión en la Intendencia de Fiscalización. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca)

El superintendente fue confirmado en enero de este año por el Directorio de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT), pero a decir de expertos, es necesario trabajar en por lo menos cinco puntos para alcanzar el principal objetivo del administrador tributario.

Entre estos se incluye generar un clima de confianza a los tributantes y diseñar propuestas para una transformación de la política fiscal, que quedó debilitada.

Aunque se le reconoce como una persona competente en el ámbito de la contaduría y experiencia en el sector público y privado, el jefe de la SAT tendrá que prestar atención a los ejes de la recuperación económica y llevar las acciones que conduzcan al financiamiento del gasto público, sin recurrir a la deuda pública que aumentó en 2020.

Díaz Reyes fue elegido superintendente el 7 de abril del 2020, precisamente en un entorno de incertidumbre por los efectos del nuevo coronavirus, con variables adversas a la recaudación por la paralización de las actividades productivas, pero también se observó una recuperación en el último trimestre de ese año.

La recaudación en 2020 alcanzó Q62 mil 231.1 millones.

Percepciones y confianza

Édgar Pape Yalibat y Donato Monzón, exmiembros de Directorio, admitieron que, en este primer año del superintendente, la coyuntura del coronavirus afectó su gestión y los planes.

Aunque la tributación tiene un principio de confianza en sus autoridades, el recaudador ejerce en un estadio sociopolítico de mucha desconfianza, y persiste la idea generalizada en la ciudadanía de correlacionar la obligación de pagar impuestos a nuevos casos de corrupción que se develan, declaró Pape Yalibat, al evaluar el desempeño del jefe de la SAT.

Para un superintendente, estar bajo ese clima y con esas condiciones es una tarea muy difícil, insistió.

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Incertidumbre del presupuesto

Por otro lado, está la incertidumbre por el sistema presupuestario financiero, que causa ruido y que genera inestabilidad en cuanto a las metas y programas de ejecución.

Monzón remarcó que se esperaba ver cambios en los cuadros de intendentes, gerentes y en otras direcciones, para mejorar las metas y procesos, pero al final todo se quedó estático.

“Esperamos que con la renovación parcial del Directorio y las nuevas propuestas que presente el superintendente, pueda mejorar la cobranza y generar un clima de confianza a los contribuyentes”, aseveró Monzón.

En 2020 se habilitaron los sistemas de escáner en los puertos para combatir el contrabando. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca)

Aduanas, problema histórico

Para Pedro Prado, analista de la Asociación de Investigación de Estudios Sociales (Asíes), lo más destacable durante la gestión de Díaz Reyes, fue la caída observada en los ingresos por las medidas restrictivas adoptadas, que se iniciaron cuando asumió el cargo, es decir, cayó la recaudación junto a la economía.

El analista explicó que se observó una caída en los principales tributos, que son los impuestos Sobre la Renta (ISR) y de Valor Agregado (IVA) por esas circunstancias, que son los que más aportan al financiamiento del presupuesto, pero se evidenció una contracción severa.

“Desafortunadamente se experimentó esa situación, y entiendo que hay una facilitación en los medios electrónicos. Por otro lado, hay mejores perspectivas para este año y la SAT debe apoyar el crecimiento económico y facilitar los procedimientos a los contribuyentes”, afirmó Prado.

Los problemas en el servicio aduanero son otro desafío, sobre todo los relacionados al contrabando y los efectos que tienen en la recaudación como resultado de la pandemia y que se quiere combatir la defraudación aduanera.

Acercamiento con el contribuyente

Al consultar al ministro de Finanzas y presidente del Directorio, Álvaro González Ricci, sobre el desempeño del superintendente, lo calificó como bueno, a pesar de las circunstancias presentadas por el covid-19, y que llegó a la meta de recaudación, se quedó para cubrir un año y nuevamente será evaluado en enero del 2022.

Comentó que, en el primer bimestre, comparado con el mismo período del año pasado, la recaudación subió 7%, y es un indicador de que “las cosas van por un buen camino”.

“Lo más importante es que la SAT ahora tiene un papel conciliador para solucionar con el diálogo y no por el cobro judicial; hay una mejor comunicación con los tributantes, quienes ahora están pagando de manera voluntaria”, afirmó González Ricci.

Otro de los logros que resaltó fue la implementación de los centros de control interinstitucional para combatir el contrabando, la factura electrónica en línea y ampliar la base tributaria. “El superintendente ha realizado un buen papel y una constante comunicación con los contribuyentes y el Directorio” dijo.

Ahora, explicó el ministro, se entra en un período en el cual el superintendente, con todas las oportunidades que tiene el país, se pueda sobrepasar la meta de recaudación para 2021.

Reestructura del sistema

Yalibat dice que más allá de la evaluación del superintendente, se debe empezar la reestructura la política fiscal, y actualizar el sistema impositivo.

A estas alturas y con la evolución de la tecnología, la SAT ya debería tener registrada todo lo que se genera en la economía digital, es decir, los impuestos que se generan por el comercio electrónico.

Buena parte de las operaciones comerciales está utilizando plataformas para hacer las transacciones, añade, “y ahí hay que fortalecer y modernizar los sistemas para controlar el comercio electrónico, y la SAT tiene que recibir las directrices de la política fiscal desde el Minfin, que es donde debe emerger las directrices”.

“El país requiere un viraje de la política fiscal para elevar la recaudación mediante ingresos nuevos y frescos, y hay muchas actividades en las cuales se debe mejorar la recaudación”, precisó el exdirector.

Una tendencia que podría venir es la implementación a impuestos ambientales, por la contaminación y retomar el principio de que el contamina, paga, concluyó Pape Yalibat.

Eventos destacados del primer año

Estos son algunos aspectos destacables en la gestión del superintendente Marco Livio Díaz Reyes

  • 14 de abril 2020: Díaz señala que el agujero fiscal por el covid-19 sería de Q7 mil a Q12 mil millones.
  • 29 de mayo 2020: Habilitan el primer puesto de control institucional para el combate al contrabando en Pajapita, San Marcos.
  • 15 de junio 2020: Informes de las agencias de riesgo país reiteran que la baja carga tributaria es un problema de Guatemala.
  • 18 de julio 2020: Anuncia un plan para fiscalizar la comercialización de productos en redes sociales.
  • 22 de septiembre 2020: La SAT dice que no controla la carga que entra por mar o vuelos privados.
  • 28 de noviembre 2020: El Congreso archivó el presupuesto general para 2021 por una jornada de protestas y una crisis en el binomio presidencial.
  • 7 de diciembre 2020: Se informó sobre la intervención junto con la Feci de una cadena de supermercados por supuesta defraudación.
  • El 29 de enero 2021: el Directorio confirma su continuidad en el cargo por un año más.
  • 1 de marzo 2021: Alerta de la existencia de una red de estafadores que envía avisos con firmas de funcionarios de la SAT
  • 18 de marzo 2021: Informa que más de mil contribuyentes del régimen de pequeño contribuyente hacen operaciones irregulares.
  • 19 de marzo 2021: se concluye con la instalación de rayos x en los puertos Quetzal, Santo Tomás de Castilla, Combex-IM, Quetzal y APM Terminals Quetzal.
  • 22 de marzo 2021: Anuncia la proyección de recuperar Q20 millones por la vía del cobro judicial a dos entidades comerciales intervenidos.

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