Entre otras cosas, el texto presupuestario contempla el levantamiento de la prohibición de exportaciones de petróleo, una demanda de larga data de los republicanos, mientras que los demócratas consiguieron incluir estímulos para el fomento de energías limpias y la reducción de costes de los seguros médicos.
“Este compromiso bipartidista asegura victorias significativas para los republicanos y para el pueblo estadounidense, como la derogación de la prohibición obsoleta de las exportaciones de petróleo que bloqueaba el crecimiento”, dijo en un comunicado el presidente de la Cámara Baja, el republicano Paul Ryan.
“La legislación fortalece a nuestros militares y protege a los estadounidenses de las amenazas terroristas, al tiempo que limita la extralimitación de las burocracias gubernamentales intrusivas como el IRS (servicio de impuestos) y la EPA (Agencia de Protección Ambiental)”, agregó Ryan.
Por su parte, el líder de la minoría demócrata en el Senado, Harry Reid, reivindicó el éxito de sus compañeros de bancada por haber lidiado con los requisitos republicanos, quienes ahora tienen mayoría en ambas cámaras.
“Esta sesión del Senado ha sido una demostración de lo que puede suceder cuando una minoría no está tratando de bloquear todo”, afirmó Reid, en alusión a los bloqueos conservadores reiterados que se dieron durante la mayoría demócrata de la Cámara Alta en los años recientes.
El paquete legislativo también contempló la imposición de medidas más estrictas para entrar a Estados Unidos para los ciudadanos de los 38 países miembros del Programa de Exención de Visa (VWP, en inglés), en respuesta a los ataques ocurridos en París el mes pasado.
El programa VWP permite a los ciudadanos de dichos países, en su mayoría europeos, viajar a EE.UU. sin necesidad de visado para visitas centradas en negocios o turismo por un periodo no superior a 90 días, lo que se traduce en unos 20 millones de personas al año.
Con los nuevos cambios, cualquier ciudadano de esas 38 naciones que tenga también la nacionalidad siria, iraquí o iraní, consideradas ahora de riesgo, no podrá entrar a Estados Unidos sin solicitar un visado, así como quienes hayan visitado países como Irán, Irak, Sudán o Siria desde marzo de 2011.
Además, los legisladores también dieron luz verde a la esperada reforma del sistema de cuotas del Fondo Monetario Internacional (FMI), acordada en 2010 con el objetivo de dar más poder en la institución a economías emergentes como China, Brasil o India, y que llevaba estancada desde entonces ante el rechazo a ratificarla de los republicanos.
Los demócratas también interpretaron como una victoria haber impedido ciertos objetivos de los conservadores, como aumentar las restricciones a los refugiados sirios e iraquíes y la retirada de fondos a la organización de planificación familiar Planned Parenthood.
El Gobierno de Barack Obama ha expresado su satisfacción por haber logrado sortear, después de semanas de tensas negociaciones, los envites conservadores, que también pretendían bloquear las nuevas medidas de cuidado ambiental impulsadas por la Casa Blanca.
El propio Obama aplaudió en su rueda de prensa de fin de año el acuerdo alcanzado, y aunque precisó que no coincide con todo su contenido, felicitó a los líderes demócratas del Congreso por conseguir que “no contuviera partidas ideológicas”.
“Dije hace tiempo durante este proceso que no firmaría un presupuesto que no aliviara los recortes de gastos y que no aceptaría enmiendas ideológicas en nuestro presupuesto”, dijo el mandatario, quien subrayó que el acuerdo permitirá invertir en protección ambiental, educación infantil y energía limpia, entre otras cosas.
Aunque el Congreso aprobó una prórroga del presupuesto actual hasta el 22 de diciembre, Obama podría firmar tan pronto como hoy la ley presupuestaria para que entre en vigor lo antes posible.