Economía

   El gran desafío de América Latina en la era digital

Para no ser devorados por la era digital, los tres países latinoamericanos que han suscrito el Tratado de Asociación Transpacífico  (TPP) deberán diversificar su pauta productiva, asegura la Cepal.

“Los bloques que se están generando más allá de mercados y estructuras geopolíticas tienen que ver con el peso de las nuevas tecnologías, y esto está relacionado con estándares, formación de nuevos proceso productivos, nuevas manufacturas”, aseguró Mario Cimoli, director de la División de Desarrollo Productivo y Empresarial de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), en un seminario organizado este martes en su sede en Santiago para analizar el impacto del TPP para esa región.

Y es que desde la crisis financiera mundial del 2008, “el comercio no es solo contenedores”, sino plataformas como Amazon, eBay, iTunes (EEUU), Alibaba (China), Flipkart (India), Rakuten (Japón), que acaparan ya el 12% de la transación de bienes.

 A ello se suma que el 50% del comercio mundial de servicios se realiza por vía digital y los flujos digitales transfronterizos crecieron 45 veces entre 2005 y 2014.

 “El comercio internacional tiene cada vez más un componente digital”, recuerda el directivo de la  Cepal, quien aconseja “interpretar lo que se viene” y preparar la “transición hacia una nueva economía, que será completamente distinta”.

El fin del superciclo de las materias primas, en particular  por la desaceleración de China, ha golpeado fuertemente a una región que no ha sabido aprovecharse de la bonanza económica que trajo este boom para diversificar su sistema productivo.

Los números hablan por sí solos. Las exportaciones de América Latina y el Caribe cayeron 14% en el 2015, y la Cepal prevé una nueva caída de entre 5% y 10% en el 2016, por cuarto año consecutivo.

Los tres socios latinoamericanos del TPP, que todavía debe ser aprobado por los parlamentos nacionales, esperan que la pertenencia a este club, que mueve el 40% del comercio mundial y en el que se sientan Estados Unidos, Japón o Canadá, les proporcione muchas salidas.

Esta “ventana de oportunidades” que es para México el TPP, permitirá desgravar “entre el 65 y 100% del universo arancelario”, beneficiando a más de 3 mil productos, recordó el negociador chileno del TPP, Felipe Lopeandía.

Perú, por su parte, espera convertirse con el TPP en el hub Asia-Pacífico.

Los latinoamericanos, que ya habían suscrito acuerdos comerciales bilaterales con buena parte de los 12 socios del nuevo y primer bloque megarregional que se constituye, esperan también beneficiarse de la inversión directa proveniente sobre todo de los países asiáticos.

Pero Cimoli advirtió de que los aspectos tradicionales de acceso a mercado “no debe ser el único (o principal) criterio de evaluación de los resultados para los países de la región”, sino que deben proyectarse a “20 años” para preparar su pauta exportadora.

Para ello, es necesario que los gobiernos latinoamericanos y no solo los del TPP prevean “políticas apropiadas” industriales, tecnológicas y de innovación, porque el TPP “por sí solo, no generará un proceso dinámico de diversificación productiva y exportadora”, avisa Cimoli a los gobernantes.

Eso es lo que hacen Estados Unidos y China y lo que les ha llevado a posicionarse en los primeros puestos de la parrilla de salida de la economía del futuro y lucha por hacer una Europa más rezagada.

“El drama de América Latina es que no hace las políticas para diversificar sus economías”, dice a Cimoli 

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