Economía

“Estamos ante un año complejo y difícil, pero la banca latinoamericana está preparada para la crisis”

Del 12 al 15 de noviembre, se llevó a cabo en Guatemala la 56 Asamblea Anual de la Federación Latinoamericana de Bancos (Felaban), con la participación de representantes de 500 instituciones financieras de la región, provenientes de 45 países.

Giorgio Trettenero, secretario general de la Federación Latinoamericana de Bancos (Felaban), habló con Prensa Libre sobre la coyuntura económica y la situación de la banca regional en este contexto. (Foto Prensa Libre: cortesía por DMH Americas)

Giorgio Trettenero, secretario general de la Federación Latinoamericana de Bancos (Felaban), habló con Prensa Libre sobre la coyuntura económica y la situación de la banca regional en este contexto. (Foto Prensa Libre: cortesía por DMH Americas)

En el marco de la Asamblea Anual de la Federación Latinoamericana de Bancos (Felaban), Prensa Libre habló con Giorgio Trettenero, secretario General de esa organización, para analizar el panorama económico internacional y su posible impacto en la industria bancaria y financiera, así como los retos y las oportunidades que presenta el sector. A continuación, la conversación con Trettenero.

¿Cómo se encuentra la banca regional ante el panorama económico mundial?

La banca de nuestra región logró pasar esta gran ola de la pandemia y eso fue gracias a que ha estado siempre preparada para la crisis, muy bien capitalizada (por arriba de las normas mínimas), bastante líquida, rentable y autorregulada. Afrontamos la crisis y dimos financiamiento a la gente. Aunque se perdieron muchos empleos, dimos el oxígeno necesario para que la población saliera adelante.

Ahora se nos viene una crisis del hemisferio norte (los países desarrollados), donde hubo primero una crisis de insumos y un gran aumento de los precios, que generó una inflación generalizada en todo el mundo. En Estados Unidos, la inflación está en 7.22%, en Europa está llegando al 10% y nuestra región, en general, está por arriba del 8% en la mayoría de los países.

Esto ha generado que se tomen medidas a nivel de los bancos centrales, subiendo las tasas de interés, lo que va a generar dos cosas: uno, que nuestros ahorristas tengan tasa de interés positivas, porque también van a subir las tasas pasivas; y dos, habrá problemas porque el alza de tasas genera que las cuotas de crédito suben.

¿Una especie de impacto colateral?

Muchos critican a los bancos centrales por subir las tasas, pero yo creo que nuestros países no se atrasaron, sino que fueron mucho más rápidos que la Reserva Federal (Fed) y la banca europea, que entraron demasiado tarde, y esa demora es parte del problema inflacionario. Es que el peor impuesto que hay en la tierra es la inflación y el primer objetivo de una banca central es bajarla, pero lamentablemente, la única manera de hacerlo es subiendo tasas. Ahora hay un componente externo que no podemos manejar macroeconómicamente, que es la inflación externa. Por eso creo que han hecho bien los bancos centrales en toda la región.

Ante un escenario marcado por el fenómeno inflacionario, ¿cómo actuará la banca?

La inflación, en mi opinión, no va a ser una cuestión pasajera. Yo creo que va a durar este año y quizás todo el próximo; no va a ser tan fácil controlarla. Entonces vamos a pasar un año complejo, porque estaremos viendo otra vez cómo apoyar a nuestros clientes a soportar y pasar esta ola de alzas de tasas y precios, aparte de una pérdida de empleo, pues es de esperarse siempre con una recesión. O sea que el crecimiento se va a desacelerar, entonces hay que estar preparados. No podemos ocultar que viene un tiempo difícil, pero la banca está bien preparada, tiene experiencia y va a salir a apoyar a sus clientes para pasar el 2023, que no será un año fácil.

La banca trabaja de manera muy eficiente, está muy bien capitalizada, es líquida y tiene los márgenes para trabajar, pero en el ámbito macroeconómico, nuestros países no están en los mismos niveles y los márgenes fiscales se han reducido, por lo que no hay tanta capacidad para maniobrar. Algunos países están implementando reformas tributarias que van a afectar los ingresos de las personas, por lo que va a ser un tema combinado, pero vamos a salir adelante. Nuestra gente es cumplida en sus pagos y los bancos siempre ha sido flexibles en apoyar a sus clientes.

¿Qué oportunidades vislumbra la banca?

En el tema digital estamos viendo cómo avanzar en el onboarding digital, es decir, cómo simplificar el acceso de todo el público a la banca. Hoy día hemos crecido muchísimo a nivel de bancarización en toda la región, pero ahora queremos lograr que con menos clicks, la gente pueda hacer acceder. Otra oportunidad es la inclusión y educación financiera, pues también tenemos que enseñarle a la gente cómo maximizar esas facilidades, porque si aún no está en la tecnología. Entonces hay que hacer programas de educación para que sea incluida en el sistema financiero y sepa usar los productos.

Por otro lado, estamos abriendo el ecosistema y entrando fuerte a la competencia de las Fintech, las Bigtech y los bancos digitales. Esto es interesante pues a los bancos nos gusta la competencia; siempre salimos ganadores ahí.

También vemos oportunidad en nuestro nuevo sistema de control de fraudes regional, que va a servir como una gran herramienta para combatir la ciberdelincuencia. Ese es otro éxito, ya que va a bajar mucho los costos por fraude y demora por ese tipo de operaciones en la región.

Las Fintech están irrumpiendo en toda la región, ¿cuánta competencia representa para la banca tradicional?

Con las Fintech ha habido tres modelos de abordaje: Uno es donde los bancos, principalmente los grandes, han comprado Fintech ya creadas y han salido adelante con modelos paralelos. Por otro lado, están los bancos que han hecho alianzas con empresas Fintech, lo que ha sido muy beneficioso porque la gente tiene mucha experiencia en la creación de tecnología. Una tercera forma, que son las menos, son las Fintech que van a ser competencia. Siempre habrá competencia, pero al final lo que se quiere es beneficiar al cliente.

En el contexto de las Fintech surgen los neobancos (bancos digitales), ¿Estamos ante la revolución de la banca?

No quiero hablar ni bien ni mal, pero lo que puedo decir es que veo, por ejemplo, un Nubank en Brasil, con una cuota de mercado muy alta, pero tiene cinco años sin generar rentabilidad y con una pérdida fuerte de valor accionario. Entonces, ¿cómo puede ser que un banco 100% digital con alta cuota de mercado todavía no sea rentable después de cinco años? Creo que todavía hay que analizar y estudiar más.

Un banco tradicional con un 3% o 5% de cuota de mercado, ya gana dinero, y con agencias físicas. Hay que seguir explorando, el mundo está cambiando y si es necesario entraremos ahí. Hay bancos que están entrando en paralelo en modo digital y presencial. Lo que pasa es que estamos viviendo una época de cambios permanentes.

Y cuánto a desafíos, ¿cuál considera que es el mayor para la banca?

Donde veo un riesgo en la región es en el talento humano. Nuestra academia y universidades deben fortalecerse y dedicarse fuertemente a crear los nuevos talentos principalmente en lo relativo a ingenieros de sistemas, en manejo de big data. Creo que ahí tenemos un potencial que debemos explotar porque si no lo hacemos nosotros, lo van a hacer otros y vamos a perder talentos.

¿Cómo está asumiendo la banca regional la agenda de sostenibilidad?

Vimos en una encuesta que hicimos a toda la banca en la región que una gran deficiencia que teníamos es la falta de conocimiento sobre el riesgo de crédito climático, que es un tema nuevo. No hay mucha data y se trabaja con supuestos; el regulador también quiere ponerle prohibiciones, pero no se pueden poner reglas cuando hay muchas suposiciones. Lo que sí está claro es que estamos en cambio climático que es evidente, hay inundaciones, incendios, sequías, nevadas y otros fenómenos. Si seguimos sin hacer nada, en el 2,100 la temperatura va a subir unos 2.4 grados, lo que sería una catástrofe; y haciendo cosas va a subir 1 grado más y eso ya es grave.

¿Qué acciones concretas se pueden impulsar desde la banca para abonar a la sostenibilidad?

Hoy nuestra banca no está financiando créditos llamados marrones (actividades económicas significativamente perjudiciales), pues estamos muy orientados al tema verde (actividades sostenibles). Ahora, tenemos que vivir con un tema medio, pues el combustible fósil tiene que ser todavía parte de, pero tenemos que migrar rápido a la energía renovable, porque si no, de nada sirve que seamos buenos, si al final no vamos a tener un futuro. La banca está muy comprometida para apoyar a que el mundo sea sostenible.

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