Las cifras de la SIB refieren que el 44%, equivalente a Q2 mil 715 millones, son fideicomisos privados mientras que el restante 2%; es decir, Q155 millones son propiedad de municipalidades.
De acuerdo con la SIB, entre abril del año pasado y similar mes de este año, los recursos estatales crecieron marginalmente 0.56% al pasar de Q3 mil 344.55 millones a Q3 mil 363.30 millones
De acuerdo con la SIB, los fideicomisos estatales en los bancos del sistema suman 68 al 30 de abril último.
Suma millonaria
Contario a los datos de la SIB, cifras del Ministerio de Finanzas, al 30 de abril 2015, las entidades de la Administración Central, Descentralizadas y Autónomas reportaron a esa cartera 40 fideicomisos públicos vigentes.
Tales fideicomisos reportaron un patrimonio neto recibido de Q41 mil 294.75 millones.
De la cifra anterior, el Banco Industrial es el fiduciario más grande con Q12 mil 954.3 millones; seguido por Banrural, con Q10 mil 903.5 millones, y en tercera posición el Banco de Guatemala, con Q8 mil 961.3 millones.
El Crédito Hipotecario Nacional (CHN) administra Q4 mil 828 millones; el banco Agrícola Mercantil tiene bajo su cargo Q2 mil 668 millones; el Banco de los Trabajadores, Q553.8 millones, y el restante 1%, correspondiente a Q425.9 millones, está en manos de otras instituciones bancarias.
Puntos de corrupción
Jorge Lavarreda, presidente del Centro de Investigaciones Económicos Nacionales (Cien), comentó que los fideicomisos del estado se han señalado como uno de los temas que podrían dar lugar a la corrupción y mal manejo de los recursos en ellos depositados
Agregó que se ha hablado de la conveniencia de hacer un inventario certero de cuántos hay y qué recursos manejan, pero hasta la fecha no se ha realizado algo formal pese a que hay varias iniciativas para normarlos.
Según el analista, la recomendación es que ir más allá y contar con informes a profundidad no solo de la parte financiera, sino de lo que se espera alcanzar con los recursos.
Lavarreda agregó que se deberían tener auditores específicos para este tipo de fideicomisos.
Refirió que aunque la Superintendencia de Bancos es la encargada de supervisar a los bancos que manejan los fideicomisos, es la Contraloría General de Cuentas de la Nación la que debe velar por la transparencia de estos.
Un aspecto innovador, según Lavarreda, sería que al momento de que se creen los fideicomisos del Estado se dé espacio para que al mismo tiempo se dé la auditoría social.
“El peligro más grande que se tiene para que sigan bajo este esquema los fideicomisos es que no le lleve adecuadamente una contabilización de esos recursos, dentro de lo que son las ejecuciones presupuestarias”, resaltó Lavarreda.