Santiago Zavala creció plenamente consciente de las dificultades que enfrentan los emprendedores. Vio a sus padres iniciar una serie de pequeñas empresas en Ciudad de México y aprendió una lección fundamental: el éxito de cualquier empresa depende de tener un socio que ofrezca apoyo y asesoría.

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Por ello, creó 500 Luchadores, un fondo para ayudar al desarrollo de los empresarios tecnológicos de la región. Además de invertir en capital inicial, 500 Luchadores también sirve como aceleradora de empresas emergentes, dando el apoyo que los empresarios necesitan para ampliar sus operaciones y asegurar el financiamiento adicional.

Iniciativas como 500 Luchadores son esenciales para un ecosistema vibrante de empresas emergentes en América Latina. Estos programas permiten el desarrollo de una nueva generación de emprendedores que hacen crecer la economía digital de la región, promueven la inclusión y brindan acceso a mejores servicios.

Un hub emprendedor

El emprendimiento 500 Luchadores responde a las necesidades específicas de las empresas emergentes. Dos veces al año, el fondo identifica a alrededor de 15 nuevas empresas prometedoras de la región. Invierte en ellas y lleva a sus fundadores a Ciudad de México para un programa de aceleración que dura cuatro meses.

Este programa incluye sesiones de entrenamiento, conferencias sobre tutoría y un sistema de redes con un estilo familiar.
Seis años después de su fundación, 500 Luchadores está recogiendo los frutos de su labor: ha ayudado a conectar a 130 compañías con sus respectivos mercados y ha creado 1,500 trabajos directos.

En 2016, se inició una segunda versión del fondo (500 Luchadores II), y su primer inversionista institucional fue la Corporación Financiera Internacional (IFC). El nuevo fondo tiene como objetivo apoyar a más de 70 empresas latinoamericanas que se encuentran en sus fases iniciales.

IFC apoyó a 500 Luchadores II través de su iniciativa Startup Catalyst, un mecanismo de US$30 millones que invierte en incubadoras de negocios, aceleradoras, financiamiento inicial y otros mecanismos similares en los mercados emergentes. El promedio de las inversiones oscila entre US$1 millón y US$2 millones.

Se buscan emprendedores

¿Qué se necesita para que una nueva empresa tecnológica sea elegida por un fondo acelerador? En 500 Luchadores, Zavala y sus colegas buscan buenos equipos, productos interesantes y estrategias que cambien la manera en que las personas y las empresas interactúan con los proveedores de servicios.

Además de proporcionar servicios de financiamiento y apoyo, a través del fondo acelerador, 500 Luchadores mantiene su interacción con su cartera de empresas mucho después de que se lleva a cabo una inversión.

“Desarrollamos una profunda conexión luego de relacionarnos durante los cuatro meses iniciales”, indicó Zavala. “Así que seguimos dando apoyo con lo que necesiten a medida que avanzan. Los ayudamos a contratar talento, encontrar mentores y ocuparse de cualquier otro desafío que enfrenten”.

“Uno de los mayores desafíos para las empresas emergentes de América Latina es encontrar capital para crecer”, señaló Marta Cruz, cofundadora de NXTP Labs de Argentina, el fondo de capital emprendedor de tecnología más activo de América Latina. Cuando las empresas en las que se invierte disponen de un mayor financiamiento y cuentan con los conocimientos técnicos, “estas compañías tienen más posibilidades de lograr sus metas”.

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