HABLEMOS DE DINERO
Cómo un camión-banco llenó el vacío de agencias en los pueblos
Desde hace tres años, Jürgen Schaller conduce con orgullo su 'camión-banco' por las zonas rurales del sur de Alemania, donde el cierre masivo de las agencias bancarias ha dejado a las personas mayores, sobre todo, sin servicios.
En la Franconia, una región al este de Fráncfort que llega hasta la frontera checa, la caja de ahorros pública Kronach-Kulmbach puso en marcha en 2015 una agencia itinerante.
El objetivo es mantener su actividad en una zona donde han cerrado muchas agencias tradicionales (seis sólo el año pasado).
En las calles del pequeño pueblo de Tschirn, Schaller, que dirigió varias agencias en la zona y ahora conduce el camión y atiende a los clientes, lo considera una oportunidad “para hacer otras cosas y continuar estando en contacto con la clientela”.
Ahora recibe a los clientes en su pequeño despacho de 7 m2, situado en la parte trasera del camión.
En este día frío, el camión Kronach-Kulmbach se quedará una hora y media en la plaza central de Tschirn, frente a la iglesia y las casas con techo de pizarra.
“Estamos contentos, sobre todo porque no tenemos coche” para ir a una agencia en otro pueblo, explica Maria Greiner mentras saca dinero del cajero incorporado al camión.
Por razones de seguridad, Jürgen Schaller no tiene acceso al dinero que lleva en el camión ni hace ninguna operación en efectivo.
Cada semana viaja de lunes a jueves por la zona. “El viernes hago el mantenimiento del camión, soy el guardián”, dice Schaller con una sonrisa, quien ha tenido que aprobar un permiso de conducir para vehículos pesados.
Cada año recorre unos 20.000 kilómetros, por el momento sin accidentes ni agresiones.
Una media de 20 personas sube al camión bancario en cada uno de los pueblos por los que pasa, donde suele estacionar una hora y media.
En total el camión atiende a unos 12.000 clientes anuales, “sobre todo comerciantes locales y gente mayor”, explica Steffen Haberzettl, el director comercial de Kronach-Kulmbach.
Frente a las 8.800 conexiones diarias a la web del banco, los clientes del camión constituyen ante todo una cuestión de imagen. “Hemos invertido en este servicio para nuestros clientes, pero está claro que la agencia móvil no cubre lo que cuesta”, reconoce Haberzettl.
El consejo de administración de la Kronach-Kulmbach incluye a políticos locales, para los que sería impensable dejar sin oficinas al mundo rural.
Lo misma pasa en el resto del sector alemán de las cajas de ahorros, unas 400 en todo el país, que han puesto en circulación un total de 66 unidades itinerantes. En paralelo en cinco años han cerrado unas dos mil agencias.
Si se suman el cierre de cooperativas y banca privada, más de 10.000 agencias cerraron en los últimos 15 años y ahora hay un total de 28.000, según un estudio del banco público KfW.
En número de agencias por habitantes, la red alemana ya es menos densa que las de Francia o España y está por debajo de la media europea, indica el estudio.
A pesar de esta tendencia en toda Europa, las agencias no desaparecerán por completo, apuntan los expertos.
“La relación humana sigue siendo fundamental. Hay cuestiones especialmente complejas que necesitan consejos personalizados tanto para los particulares como para las empresas”, explica Alexander Peitsch, asociado de la consultora Oliver Wyman.