ECONOMÍA

Cómo una pastelería puede dar el salto a restaurante: el caso de Anfora

Quizás cuando fue por una caja de empanadas o por una dona a las pastelerías Anfora, pudo notar que, desde el año pasado hasta la fecha, los puntos de venta lucen con un ambiente e imagen distintas. 

Natiana Gándara

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La pastelería Anfora abrió su primer restaurante en Cardales de Cayalá. (Foto Prensa Libre: Juan Diego González)

La pastelería Anfora abrió su primer restaurante en Cardales de Cayalá. (Foto Prensa Libre: Juan Diego González)

La marca guatemalteca ha escalado rápidamente su negocio, manteniendo los microespacios de pastelería, pero incursionando en otros segmentos como repostería, cafetería, panadería hasta llegar a restaurante.


¿Cómo puede un negocio “ascender” de liga, como lo está haciendo Anfora?

Desde la experiencia del propio Rodolfo Monzón, gerente general de Anfora, el factor tiempo es uno de las prioridades, ya que crear el concepto del restaurante les llevó seis meses, y remarcó que es necesario aplicar el formato según las necesidades del consumidor.

Al mismo tiempo, la empresa aplicó el benchmarking, que consiste en una herramienta de gestión que toma como referencia los mejores aspectos o prácticas de otras empresas, ya sea su competencia directa local o internacional, o bien, otras áreas de la propia empresa, y los adaptó a la propia.

Al incursionar en el tema de panadería, lograron convertirse en sus propios proveedores en la mayoría de la materia prima que necesitan para operar en el restaurante.

De igual forma, realizaron alianzas con pequeños productores locales de verduras, frutas y hortalizas que cumplen con los estándares de calidad necesarios de sabor y frescura.

Desde luego, el capital para invertir es un factor a considerar a la hora de expandirse, y hacerlo en una zona en la que haya una afluencia de clientes importante.

Un menú original

Crearon un menú en el que integraron desayunos, opciones de almuerzo, refacción y cena fusionando ingredientes que generan sabores y experiencias diferentes, el cual fue creado en colaboración con la reconocida chef Irene Alvarado de Culinarium. La premisa es ofrecer sabores que no estén en otros puntos de venta del mercado.

La carta cuenta con 30 platillos como omelette Anfora, omelette espinaca cottage, tostadas a la francesa, panini de queso brie y manzana, BLT, ensalada de espinaca quinoa, sopa de cebolla a la francesa, pasta Alfredo, pasta tres quesos, entre otras.

También postres como pie de queso y elote, strudel de manzana, tartaleta de melocotón o porciones de los pasteles icónicos de Anfora.

Expansión

La respuesta de los clientes, desde la percepción del ejecutivo, ha sido positiva, por lo que realizaron algunas remodelaciones con el formato de micro espacios en Villa Nueva, Chimaltenango y próximamente, Escuintla. A mediano plazo integrarán más sucursales similares en Quetzaltenango y no descartan la posibilidad de abrir otros restaurantes.

El mercado

El concepto de pastelerías que ofrecen productos propios y especializados se encuentra en su mayor auge en Guatemala. La oferta se amplió con la incursión de diferentes tiendas e incluso, de emprendedores que ofrecen sus servicios de repostería.

Para la cadena de pastelerías Anfora, la competencia “no es preocupación”. “Para lograrlo, es necesario entender las necesidades de los consumidores y adoptar formatos según sus necesidades”, afirma Monzón.

Esta es la estrategia que practica la pastelería guatemalteca. Actualmente posee tres formatos distintos que le permite explorar y captar información de sus clientes para poder decidir cuál será el siguiente paso, a saber:

  • Microespacios: La combinación de ambientes pequeños con la arquitectura y diseño conviven con el producto. A este concepto pertenecen los locales donde los clientes llegan directamente a adquirir los productos.
  • Formato intermedio: Consiste en integrar la repostería-panadería y cafetería en un pequeño ambiente acogedor, donde los clientes pueden convivir por unos momentos, beber una taza de café acompañado de un postre.
  • Restaurante: Tiene capacidad para 60 personas, quienes podrán elegir entre 30 platillos diferentes a la carta, además de toda la línea de repostería, panadería, bebidas, en un mismo lugar.

Para Monzón, un factor importante para lograr la permanencia en el mercado es mantener el concepto original, las recetas caseras y el ambiente familiar. Los esfuerzos también deben orientarse en la capacitación constante tanto del equipo humano como tecnológico, indicó.

Con 15 años de trayectoria, Anfora tiene 37 puntos de venta en todo el país, de los cuales, 33 están en Ciudad de Guatemala. El primer restaurante que inauguró la marca se encuentra abierto en diagonal 35, Boulevard Austríaco 16-25, el centro comercial Cardales de Cayalá.

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