HABLEMOS DE DINERO
Coronavirus y negocios: ¿Se puede construir un avión mientras va en caída libre?
Probablemente la pregunta más importante que como empresario debería hacerse en este momento. El próximo normal no es una solamente una avalancha externa que el sistema le impone a su negocio, sino que usted también juega un rol importante en esta nueva economía.
El chef Pai Kuo-wen inventó el 'Pan de máscara facial' con relleno de frijol rojo en marzo, cuando el negocio de la panadería se vio afectado por el nuevo coronavirus (Covid 19) en Taiwán. Foto con fines ilustrativos. (Foto Prensa Libre: EFE)
Matías se graduó de Educación Física y tiene un MBA en negocios. Es dueño de un gimnasio en una zona urbana de la ciudad.
Luego de la crisis del covid-19, la gente quedó con un trauma de contraer el virus en zonas públicas provocando una disminución drástica en el número de personas que asisten a gimnasios y centros deportivos (los traumas nunca son 100% racionales). Más aún, la mayor parte de personas ahora tienen menos dinero, recortan sus gastos menos esenciales estando la membresía al gimnasio entre ellos.
Matías baja el valor de la membresía, re-negocia el alquiler del edificio y los créditos bancarios, despide al 50% de su staff pero aún así, la velocidad de recuperación del negocio no equipara a su necesidad de flujo de caja. A los ocho meses después del cese de distanciamiento social, se declara en bancarrota.
¿Fin de la historia? Para nada
Conversando con sus mentores, y consultando con sus profesores de maestría Matías cae en cuenta de que la crisis sanitaria también imprimirá en la gente una mayor consciencia de salud.
Es un hecho: Un porcentaje de la población seguirá haciendo ejercicio tenga o no dinero para ir al gimnasio: Sus hábitos cambiarán, pero el fin prevalece. Usarán canales de YouTube que proyectan ejercicios gratuitos, y los entrenadores tendrán que vivir de publicidad paga. Otros profesionales del deporte harán grupos para ir a hacer ejercicios funcionales (de esos que no requieren equipo) al parque más cercano y cobrarán por sus servicios de facilitación a las personas que asistan.
Algunos otros consumidores descargarán un App que les cobra US$5 al mes (en lugar de $100 de membresía al gimnasio) para acceder rutinas de ejercicios, videos, y planes nutricionales.
En este punto, Matías se asocia con Mayela, una desarrolladora de Android que asistía a su gimnasio y que fue despedida porque el cliente de Estados Unidos (un parque de atracciones turísticas) de la empresa para la que trabajaba, canceló todos sus proyectos de desarrollo de software. Matías y Mayela se lanzan juntos a crear un nuevo emprendimiento, construyendo un avión mientras van en caída libre, adaptándose al nuevo normal en su industria.
Nuestro empresario no se queda allí, aprendió que tener todos los huevos en el mismo canasto no es una buena idea, así que también ha negociado un acuerdo de distribución de equipo deportivo casero, consciente de que habrá un aumento de demanda de implementos deportivos para ejercitarse en casa, proveniente de todas las personas que ya no podrán costearse un gimnasio.
Una nueva realidad de negocios
Así explotará el capital social de los clientes de su negocio anterior y utilizará sus buenas relaciones con antiguos empleados para crear una fuerza de ventas informal.
En este caso de estudio hay varias constantes:
- La potencial crisis de una industria (gimnasios)
- Los cambios de hábito de consumo como producto de la crisis y el efecto post-traumático de la pandemia.
- El descubrimiento de que su negocio no era el arrendamiento de instalaciones deportivas, ese era sólo un vehículo. El verdadero negocio de Matías es fomentar la salud integral de las personas a través del deporte.
- La re-imaginación de su negocio, en este caso cambiando el vehículo de entrega de valor, de manera que se adapte a los patrones de consumo que sobrevienen en el nuevo normal.
Cada caso es único, las soluciones no son las mismas pero los principios para dilucidarlas se mantienen.
Este proceso tampoco no es una caminata por el parque, Matías tuvo que despedir gente, reducir su nivel de vida, manchar su currículum crediticio y mudarse con sus padres porque ya no podía pagar la renta. Pero su casta de emprendedor lo mantiene vivo y con posibilidades de resurgir y consolidarse aún con más éxito que con su negocio anterior.
Coronavirus: Fases de la nueva normalidad
Esa co-creación puede ser pasiva o activa. La elección es suya. Pueden haber varios caminos y si Usted no se ha identificado aún en qué etapa está, es tiempo de hacerlo:
Negación
La negación sobreviene por una incapacidad de sopesar las dimensiones de este fenómeno. Estamos hablando del peor desplome en los mercados financieros desde la crisis del 29. Algo que va a cambiar la economía de forma dramática.
La creencia detrás de la negación es una fe ciega en el sistema, producto muchas veces de haber tenido una vida ausente de pandemias y por lo tanto ninguna experiencia en discernir la gravedad del asunto.
Por eso la mayoría de los empresarios experimentan esta fase, la diferencia tajante está en cuanto tiempo se estacionan allí.
El indicador más claro de que han salido de la negación es que existe un plan claro de cómo adaptar el negocio a lo largo del ciclo de vida de la pandemia, incluyendo la era posterior al fin de la amenaza global de contagio.
Parálisis
La parálisis es un corolario de la negación. Los empresarios que caen en parálisis usualmente es porque están desconectados del entorno y del ecosistema.
Saben que hay algo muy malo que está pasando en la economía, saben que su negocio está en peligro, también anhelan fervientemente que las cosas vuelvan a lo normal, y en ese limbo que transita entre la certeza de la crisis con el deseo profundo de volver al estado anterior es que ocurre la parálisis.
Esta fase me preocupa más, porque mientras la negación es parte natural en el ciclo de toda muerte de un statu quo, la parálisis habla más de las capacidades del líder para tener la resolución de tomar las decisiones más duras.
Re-Imaginación
Superada la negación y/o la parálisis, el empresario en esta fase sabe que lo normal no volverá, y por lo tanto empieza a re-imaginar su negocio en función de ello. -Tomé el término prestado de este artículo de McKinsey.-
Un empresario mediano/pequeño que es hábil, puede mirar más allá de sus activos superficiales. Entiende que él mismo puede formular un modelo de negocio que esté alineado con los nuevos patrones de consumo.
Desde luego ese proceso no es sencillo, es una especie de destrucción si se quiere, pero una destrucción dirigida, que es mejor a que la parálisis o la negación acaben con su capacidad de sobrevivir.
Lo que quiero decir aquí es que re-imaginar su negocio significa también cambiar de paradigma de lo que significa sobrevivir. Hay ciertos activos que van más allá de lo que se puede mirar a simple vista.
El capital intelectual, social y humano, todos aspectos intangibles pueden ser re-organizados para ponerle atención a las nuevas áreas de oportunidad en el nuevo normal.
La resiliencia del emprendedor
El estrés post-traumático que quedará en la sociedad después-de-la-pandemia representa -como toda crisis- una redistribución de la riqueza. Esa redistribución, favorecerá a quienes puedan fortalecer el músculo de la resiliencia y desarrollar la capacidad de adaptarse a los nuevos cambios.
Dicen que un emprendedor es alguien que se tira de un precipicio y construye un avión mientras va cayendo. La pandemia ha creado un nuevo precipicio y es hora de construir un nuevo avión.
Matías tuvo un acierto en ese proceso y es que no se quedó solo, buscó personas que lo podían acompañar y asesorar en su resolución absoluta a re-imaginar su negocio en lugar de rodearse de agentes que lo atraerían hacia el abismo de la parálisis y la negación. Usted debe hacer lo mismo.
Alejandro Fernández es consultor en materia de Staff Augmentation y Nearshoring.