ECONOMÍA
Esta emprendedora dejó de contar calorías para crear sabores
Todo empezó cuando conoció a una familia argentina que elaboraba helados en forma artesanal. Ana Silvia Morales cursaba una maestría en Administración de Negocios y Marketing, de la Universidad de Valparaíso de Chile.
Helados Consentidos abrió en febrero de este año y ya ha creado 60 sabores. (Foto, Prensa Libre: Juan Diego González).
El concepto le gustó tanto, que regresó a América del Sur para prepararse, renunciar a su trabajo en una transnacional y concentrarse en establecer su propia heladería.
Su emprendimiento, expresa, es una muestra de que una nutricionista –la carrera que estudió antes de la maestría– no solo puede dedicarse a contar calorías sino pensar en negocios de diferentes segmentos.
Universo de sabores
Los sabores de la gastronomía argentina con los que empezó poco a poco han quedado atrás, y en seis meses ha logrado producir 60 sabores diferentes, y de los cuales cada dos días produce 18 combinaciones para rotar su oferta al cliente, aunque también depende de la temporada de frutas y vegetales y de la demanda.
Ahora ofrecen sabores de diferentes frutas y, entre otros, las combinaciones de piña y albahaca, piña y tajin, pepino y tajin, limón con chan y diversos frutos frescos.
Pero elaboran con sabores de otros productos y así es como crea el helado con sabor de chocobanano, de canillita de leche, de chocolate crispin, de crema chantilly y el que llama De Película, que es un helado de caramelo combinado con poporopos salados.
Multipropósito y multifunciones
Ana Silvia es la chef que genera las ideas de combinaciones de sabores y hace las pruebas. Al inicio de un negocio, uno debe ser muy versátil y encargarse de muchas funciones.
También gerencia el negocio, es la encargada de compras y proveeduría, y debe estar atenta al servicio al cliente. Ha tenido asesorías y servicios para definir el target, el ambiente del local y la marca.
La marca Consentidos tiene doble propósito: trasladar la idea de todos los sentidos que se usan para disfrutar un helado y además, consentirse, incluso evocando los recuerdos de la niñez, dijo.
El establecimiento abrió en febrero de este año en el edificio Tec 1, en Cuatro Grados Norte, con servicios de mesa y para llevar, además el taller donde preparan los helados a la vista del cliente.
Ahora también usa la aplicación de Uber Eats para envíos hacia áreas cercanas a las zonas 9, 10 y 15, donde presta servicio esa nueva herramienta.
Para muchos jóvenes ahora un producto está solo a un clic de distancia, y si un negocio no incursiona en esos servicios puede perder una oportunidad de venta que otros pueden aprovechar, explica.
En todas estas fases, desde su preparación y desarrollo del negocio, su esposo Sergio Ponce, ha sido un apoyo esencial, comenta.
“Para crecer hay que tener paciencia”
Cuando Ana Silvia decidió lanzar un negocio de helados no tenía expertise en su elaboración, pero sabía de alimentos y de cómo combinarlos, aspecto que aprovechó para darle personalidad y significado a su negocio.
Ahora generan cuatro empleos directos y otros indirectos y han decidido que sus proveedores sean pequeños negocios, tanto de productos como frutas y vegetales, como para la leche y el pan para los postres.
Se necesita tener el impulso y dinamismo para lanzar un emprendimiento, pero también paciencia ya que “no solo se debe abrir por abrir un negocio” sino hasta tener todo listo con aspectos como definir el target, la marca, la calidad y el local en un lugar afín al producto.
En este último, cuenta, debieron esperar ocho meses para tener el local en el lugar adecuado para el segmento al que va dirigidos.
Ahora están trabajando en sistematizar los procesos, ya que su visión es expandir pronto el negocio, primero proveer dos establecimientos más y posteriormente lanzar franquicias.
ESCRITO POR:
Rosa María Bolaños
Periodista de Prensa Libre especializada en medios escritos y radiales en temas de energía eléctrica, empleo, impuestos, empresas y negocios con más de 20 años de experiencia.
