ECONOMÍA

Se buscan plazas para gente que quiere trabajar

Empleados dignos y con ganas de hacer crecer empresas, quieren colocarse en un mercado formal donde puedan cumplir sus sueños. Requisitos del mercado: No obstruir la inversión, combatir la corrupción a todo nivel y cumplir con la ley. ¿Interesados?

Juan Manuel Fernández

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El Festival del Empleo de AmCham ofreció el viernes pasado dos mil plazas de trabajo. (Foto Prensa Libre: Paulo Raquec)

El Festival del Empleo de AmCham ofreció el viernes pasado dos mil plazas de trabajo. (Foto Prensa Libre: Paulo Raquec)

Las autoridades de Guatemala estuvieron muy distraídas la semana pasada. Desde el sábado 20 que se olía el rumor de que la Comisión Internacional contra la Impunidad de Guatemala (Cicig) ventilaría un nuevo caso de corrupción. Y lo hizo. Y no fue solo uno.

Agrupaciones políticas acusadas de pactar por debajo de la mesa, irregularidades en la devolución de desembolsos fiscales, y hasta un escándalo presidencial en los medios más importantes de talla mundial por gastos cuestionados, mantuvieron ocupados a propios y extraños.

Pero no todos estuvieron ocupados en esto. La noticia económica más leída de la semana en Prensa Libre no tuvo relación con ninguna de estos temas de coyuntura.

Por cuarta semana consecutiva, los temas de empleo y de nuevas ferias de trabajo son los contenidos que atraen a más guatemaltecos en los canales digitales. ¿Por qué?

La ecuación es sencilla de comprender: no hay trabajo para tanta gente. Una feria de empleo es para muchos, lo más cerca que estarán de una oportunidad que cambie su realidad. Y cada evento, deja resultados similares: un preocupante déficit de plazas al comparar la oferta con la cantidad de aspirantes. 

Números alarmantes

El sector productivo guatemalteco tiene la capacidad de generar entre 35 y 40 mil puestos de trabajo formales cada año. Los datos son del Observatorio de Mercado Laboral del Ministerio de Trabajo.

En contraposición, del sistema educativo egresan alrededor de 185 mil jóvenes del nivel diversificado, de los cuales 80% se integra a la fuerza de trabajo. Esto quiere decir que hay una brecha anual de entre 108 mil y 113 mil jóvenes que no cuentan con la posibilidad de insertarse en un empleo formal.

Para muestra un botón. En la Clasiferia del Empleo que organizó Prensa Libre a mediados de enero, 30 empresas ofrecieron cinco mil plazas y hubo alrededor de 18 mil asistentes, una tercera parte más que el año anterior. Sí, leyó bien. Cinco mil plazas para 18 mil personas. Y eso no es culpa ni de las empresas ni de los aspirantes.

La feria de la Universidad de San Carlos del 17 de enero es otro ejemplo. Se ofrecieron 700 plazas para 3 mil 500 personas. Según los organizadores, el año anterior habían llegado 1 mil 500 personas. Las cifras dicen que la necesidad creció de un año a otro.

Ese drama coincide con los números de la más reciente Encuesta Nacional de Empleo e Ingresos (Enei), donde se reflejó que el sector más castigado por el desempleo son los jóvenes: el 54.8% de personas entre 15 y 24 años está desempleado, y al igual que el 45% de 25 años en adelante.

El bajo nivel de inglés de buena parte de los solicitantes, la evidente sobredemanda de mano de obra y la escasez de oportunidades sí que preocupan a los guatemaltecos, y por necesidad o frustración, quienes no encuentran el trabajo que buscan, se aventuran -y se pierden- por los laberintos de la informalidad. 

En año preelectoral, los aspirantes a la presidencia pueden considerar las palabras dichas en repetidas ocasiones por analistas y empresarios: certeza jurídica y reglas claras, legislación en pro de la competitividad e inversión pública, sobre todo en infraestructura vial, son el inicio para revertir estas deficiencias.

¿Interesados en invertir? Pues en este país se necesita un mercado formal más robusto. Aquí en Guatemala, hay gente deseosa de trabajar… ahorita mismo.

Con información de Rosa María Bolaños y Urías Gamarro

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