Economía

Hacia la fiabilidad de la SAT

Desde hace tiempo la confianza hacía la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) se venía perdiendo y con los últimos acontecimientos, el crédito que le quedaba se vino al suelo.

Uno de los factores principales que han ocasionado ese descrédito es el hecho en primer lugar, que no se ha respetado la autonomía funcional, económica, financiera, técnica y administrativa que su ley orgánica le otorga. En segundo lugar, si bien es cierto que no se ha respetado esa autonomía, las autoridades del ente recaudador tampoco han buscado los mecanismos legales y/o políticos para hacer valer esa autonomía, no hemos visto pronunciamiento al respecto, a falta de ello, ahora ante la crisis, diversas entidades han hecho público su petición que se respete esa autonomía.

Para darle certeza a esa autonomía, se hace necesaria una reforma integral de la ley orgánica y que cubra, entre otros más, los siguientes puntos: Cambiar el procedimiento del nombramiento del Superintendente y si el período fuese de cuatro años, que el cambio se efectúe en fechas intermedias del Gobierno en turno, de igual manera debería procederse en el caso de los integrantes del directorio, como sucede en los casos del Jefe del Ministerio Público, Contralor de Cuentas, Superintendencia de Bancos, etc. Debe también quedar como obligación, que previo a conocerse determinada reforma tributaria, nuevas leyes fiscales, iniciativas de concesión de exenciones, que el ente fiscalizador emita la opinión correspondiente. Esto último está en su ley orgánica, pero no se ha respetado. En resumen debe emitirse una ley con dientes de hierro y no de hule. Para las reformas a la Ley, es recomendable que participen organizaciones empresariales, asociaciones vinculadas al tema fiscal, el Colegio de Abogados y Notarios, así como el Colegio de Contadores Públicos y Auditores de Guatemala.

En cuanto a las actuaciones de SAT hacía los contribuyentes, es necesario que se efectúe en estricto apego a la ley y debería dejarse por un lado la necesidad económica, porque en estos últimos años debido a la desesperación por la recaudación, en varios casos se ha olvidado el aspecto legal. Por otro lado, la autoridad tributaria debe buscar mecanismos para efectuar una atención fiscal pronta y cumplida hacia los tributarios, en el sentido de resolver en el menor tiempo posible las peticiones de los contribuyentes. Dentro de las reformas a la Ley Orgánica de la SAT, se debería incluir la figura de una Procuraduría de los derechos del contribuyente, ante la cual se pueda acudir para aquellos casos de resoluciones tardías, entre otras garantías más.

Respetar la ley orgánica, buscar su modificación integral, fiscalizaciones en estricto apego a la ley, respuesta pronta y cumplida de las solicitudes de los contribuyentes, facilitar el pago de impuestos, son algunas de las acciones que coadyuvarán hacia la fiabilidad de la SAT.

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ESCRITO POR:

Oscar Chile Monroy

Consultor en impuestos y defensa fiscal. Conferencista-orador en temas tributarios y empresariales. Fue catedrático de la Maestría en Consultoría Tributaria en la Universidad de San Carlos de Guatemala.