Honda y otras firmas automovilísticas ya han recibido la orden de las autoridades estadounidenses de llamar a revisión todas las unidades que no contengan un desecante que impida el deterioro de los airbags.
Honda planea ahora extender las áreas donde llamará a revisión sus vehículos a Europa, Latinoamérica, Asia y Oceanía, lo que obliga a la firma a examinar al menos otros 20 millones de airbags, elevando el número total a más de 50 millones, dijo el diario Nikkei.
El coste adicional ascendería a US$1 mil 870 millones, aseguró la publicación económica.
Estados Unidos ordenó el miércoles a la firma Takata reparar entre 35 y 40 millones de airbags más instalados en automóviles estadounidenses.
Desde noviembre la empresa acumula en Estados Unidos demandas civiles por US$200 millones.