Economía

Influenza aviar genera preocupación

El sector avícola nacional ha empezado a reaccionar con temor a los crecientes brotes de influenza aviar de alta patogenecidad H7N3, que se reportan en México desde el año pasado.

La preocupación se centra porque el virus se puede transmitir por huevos contaminados que entran de contrabando por las fronteras, por las aves migratorias y por las heces de las aves.

Marco Vinicio Solórzano, presidente de la Asociación de Productores de Huevos de Guatemala (APHG), explicó que el virus H7N3 está catalogado como una enfermedad transfronteriza.

“El riesgo de que el virus ingrese en el país es alto, debido a los productos de origen avícola que ingresan ilegalmente, por lo que exigimos más controles en las fronteras”, añadió Solórzano.

En Guatemala, el sector avicultor genera 30 mil de empleos directos y 250 mil indirectos, lo que representa el 8 por ciento del PIB agropecuario y el 2 por ciento del PIB nacional, según la APHG.

Para María del Rosario de Falla, presidenta de la Asociación Nacional de Avicultores (Anavi), esta enfermedad es una grave amenaza para la avicultura nacional y centroamericana, pues es una dolencia de alta difusión.

Solórzano recordó que solo en México, la Unión Nacional de Avicultores de ese país reportó que a marzo último se han registrado pérdidas por US$50 millones.

Alerta

“Aunque la enfermedad no está presente en el país, para la Asociación de Especialistas en Ciencias Avícolas, las autoridades nacionales deben declarar estado de alerta en el país y se debe implementar la vacunación”, explicó Norberto Matzer, presidente de esa entidad.

Élmer López, ministro de Agricultura, Ganadería y Alimentación (Maga), reconoció que la afección es muy agresiva, por lo que se ha reforzado el monitoreo en las fronteras.

“Tenemos ocho unidades de vigilancia, con tres profesionales en cada una y se han detectado y destruido Q2 millones en huevos de contrabando en los últimos meses”, resaltó el funcionario.

López señaló que también existen fondos suficientes para comprar vacunas si se llegara a detectar un caso en el país.

“No podemos comprarlas antes y vacunar, pues sería como ingresar la enfermedad en el país. Las vacunas contienen la enfermedad en pequeñas dosis para inmunizar a las aves”, explicó el funcionario.

En Guatemala existe el virus H5N2, que también ingresó desde México en el 2000, pero este es de baja patogenecidad y se encuentra bajo control oficial.

Síntomas

Las aves infectadas presentan síntomas de depresión, estornudos y luego se produce la muerte, por lo que se debe dar aviso a las autoridades cuando se presenten esos problemas, señaló Lucrecia Motta, patóloga aviar del laboratorio de Ornitopatología de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootécnia de la Universidad de San Carlos de Guatemala (Usac).

En el país la población avícola de traspatio constituye el 49 por ciento de la producción nacional, con 52 millones de aves.

La avicultura industrializada constituye el 51 por ciento con 54 millones de aves reproductoras, para engorde y para comercio, según la APHG.

En el país la mayor producción de aves se concentra en Guatemala, Sacatepéquez, Chimaltenango, Escuintla y Baja Verapaz, donde se focaliza el 60 por ciento de la población.

Gabriel Espino, avicultor y vicepresidente de la APHG, dijo que se debe de seguir el protocolo del manual de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, en inglés), si se llegara a presentar un foco de infección en el país.

“Se debe determinar por ley el reporte obligatorio de casos sospechosos y confirmados con la influenza H7N3, y también se debe contar con un sistema de comunicación oficial”, agregó Galicia.

Convenio

En la actualidad, la Anavi y el Maga cuentan con un convenio de cooperación con el Programa Nacional de Sanidad Avícola.

Debido a la amenaza que constituye la influenza H7N3, representantes del programa efectúan visitas a unidades de producción avícola y evalúan las medidas básicas de bioseguridad.

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