Economía

La caída del precio del petróleo empobrece a Nigeria

En sólo 15 meses, la caída del precio del petróleo, la inflación, la inseguridad, la crisis humanitaria y la penuria eléctrica hicieron que Nigeria dejara de ser la principal economía de África y el mayor exportador de crudo del continente.

“Nigeria se ha convertido de repente en un país pobre”, reconoció esta semana el presidente Muhammadu Buhari.
“Antes de que yo asumiera el cargo, el petróleo se vendía a unos US$100 el barril. Luego cayó a US$ 37, para oscilar ahora entre US$40 y US$45 el barril”, alegó a modo de explicación sobre este descenso a los infiernos.

El gigante de África del Oeste, que obtiene el 70% de sus ingresos de la producción petrolera, fue desbancado como primera economía africana por Sudáfrica, según los últimos cálculos del PIB en dólares efectuados por el Fondo Monetario Internacional (FMI).

“Los dos países están en apuros”, afirma Manji Cheto, analista financiero de Teneo Holdings Intelligence. “Pero Nigeria es muy lento en emprender la vía del crecimiento, no creo que pueda recuperar pronto el primer puesto”.

Hace unos meses, Nigeria ya había perdido el primer puesto de exportador de oro negro del continente. Ahora lo ocupa Angola.

Según cifras de la OPEP publicadas el viernes, Nigeria produce 1.5 millones de barriles diarios, contra 1.78 millones de Angola, y acusa una caída de 21.5% con relación al mes de enero (o sea que gana 41 mil 300 barriles menos por día), debido sobre todo a las insurrecciones de grupos rebeldes de la región petrolera del Delta.

Los Vengadores del Delta, un nuevo grupo armado con fines independentistas, causan explosiones en instalaciones petroleras desde el comienzo del año.

Poco a poco el país más poblado del continente -con 170 millones de habitantes- se sume en la oscuridad. La producción eléctrica, que ya atravesaba dificultades antes de la crisis con apenas 6 mil megavatios, cayó a 2 mil 500 megavatios.

Restablecer la confianza

El vicepresidente, Yemi Osinbajo, ha prometido “esfuerzos importantes” en los gravámenes a las empresas. En las calles de Lagos los carteles recuerdan que “no pagar los impuestos es un delito”.

Según Oxfam, Nigeria pierde el equivalente del 12% del PIB en circuitos ilícitos. Un récord para el continente.

El vicepresidente también recordó la necesidad de diversificar la economía, y no apostar sólo por el petróleo como se venía haciendo desde hace décadas. Hay que invertir en agricultura, dijo, para garantizar “la autosuficiencia alimentaria”.

La agricultura es el único sector que registra crecimiento. El bancario se derrumba, seguido de los servicios y la industria.

Sin energía ninguna industria es viable. Aliko Dangote, el hombre más rico de África y su gigantesco proyecto de refinería de US$ 14 mil millones, servirá de balón de oxígeno a la producción energética a partir de 2017, según la compañía BMI Research. Actualmente Nigeria tiene que importar el carburante refinado para el funcionamiento de sus centrales.

Pero hacen falta inversores capaces de costear el proyecto. El gigante Transcorp (Transnational Corp. of Nigeria) anunció la semana pasada que suspendía su plan para la construcción de la mayor central eléctrica del país ( mil megavatios), anunciado en 2014, por falta de financiación.

“La prioridad hoy es restaurar una credibilidad económica” y tranquilizar a los inversores, recalca Cheto.

Es lo que intenta el vicepresidente, a quien Muhammadu Buhari, criticado a menudo por su mala gestión, cede cada vez más prerrogativas en los temas económicos.

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