“Los aumentos continuos serán apropiados para lograr una postura de política monetaria que sea lo suficientemente restrictiva para devolver la inflación al 2%”, apuntó el banco central estadounidense en un comunicado en el que reconoce que esta tasa “ha disminuido un poco, pero sigue siendo elevada”.
Para determinar el alcance de los subidas futuras, añadió la Fed, se tendrá en cuenta el endurecimiento acumulado de la política monetaria, el tiempo que tarda en verse el impacto de dicha política en la economía y la inflación, y la evolución económica y financiera.
Está previsto que en unos minutos ofrezca una conferencia de prensa el presidente de la Fed, Jerome Powell, cuyo tono marcará más claramente cuál será el rumbo que va a tomar el regulador en los próximos meses.
La decisión fue anunciada tras los dos días de reunión que han mantenido los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto de la Fed (FOMC, en inglés), que votaron unánimemente.
Para tratar de poner coto a la inflación, la Fed inició en marzo de 2022 las subidas con un tímido 0,25. En mayo elevó los tipos 0,5 puntos y en junio ya comenzó una racha de aumentos de 0,75 enteros, antes de volver a bajar al 0,50 el pasado mes de diciembre.
Desde que alcanzó su pico en junio (9,1 %), la inflación se ha relajado hasta el 6,5 % y en diciembre bajó por sexto mes consecutivo, un dato que según los analistas es señal de que las subidas de tipos están comenzando a hacer efecto en la economía estadounidense.
Sin embargo, desde la Fed han seguido insistiendo en que no pararán hasta que se llegue a una política monetaria que sea suficientemente restrictiva para volver a una inflación del 2 %.