Por su parte, proyectos importantes que ya se iniciaron, como los de plantas de diésel de ultra bajo azufre, seguirán en pie pero a un menor ritmo de inversión, precisó el funcionario.
Los precios del petróleo se han venido desplomando en el mercado internacional en los últimos meses, y la mezcla mexicana no es la excepción: tras cotizarse a un promedio de 86 dólares por barril durante 2014, y haber alcanzado picos que superaron los 100 dólares, ha venido cayendo hasta los 50,57 dólares del cierre del martes.
Esta dramática reducción llevó a Pemex a anunciar, el lunes pasado, un recorte de 11,5% al presupuesto de gastos de 540.000 millones de pesos (35.520 millones de dólares) que le había sido asignado para este año.
Este recorte “de gran envergadura” también conllevará una reducción del personal de la empresa, comentó Lozoya sin dar cifras.
El recorte en Pemex forma parte de una reducción total de gasto público del gobierno mexicano en 2015 de unos 8.200 millones de dólares, un monto equivalente a 0,7% del PIB.
Pemex, que llegó a ser la séptima compañía productora de crudo en el mundo según sus propios datos, ha dejado de ejercer un monopolio en el sector petrolero mexicano a raíz de la reforma energética de 2013, que abrió las puertas a la inversión privada nacional y extranjera.
En este nuevo marco, el gobierno anunció en diciembre su primera licitación de 14 bloques en aguas poco profundas del Golfo de México (este) , que albergan cerca de 687 millones de barriles de petróleo, la mayoría a una profundidad de entre 40 y 80 metros bajo el nivel del mar.
Lozoya aseguró el miércoles que esta primera licitación no se verá afectada por el complicado escenario actual y que las inversiones de capital privado en proyectos de exploración y explotación de combustible no se verán amenazadas.
Con la reforma energética, México aspira a impulsar su producción de crudo ya que la de Pemex ha venido decayendo desde los 3,4 millones de barriles diarios en 2004 a los 2,4 millones en el tercer trimestre en 2014.
Pemex, que aporta más de un tercio de los ingresos del Estado mexicano, viene registrando fuertes pérdidas desde 2013.