La ministra dominicana de Trabajo y presidenta del Consejo de Ministros, Rosa Hernández, dijo en el acto de apertura del evento que la región tiene “una gran tarea pendiente y una oportunidad de seguir construyendo la América Latina que soñamos” .
“Aquí confirmamos el compromiso de contribuir en la creación de políticas para empleos dignos, para eliminar el trabajo infantil y sus peores formas, fomentar oportunidades, la no discriminación y atender la protección social y la remuneración equitativa” , declaró.
Hernández manifestó que la reunión del Consejo de Ministros contribuye a un intercambio de experiencias exitosas con el fin de que se puedan replicar en los distintos países de la región.
Por su parte, el director de la OIT para América Latina y el Caribe manifestó que una de las metas de la agenda Post 2015 de Naciones Unidas es la erradicación del trabajo infantil, un objetivo que está “al alcance” de Centroamérica “si se hacen las inversiones necesarias” .
Salazar dijo que América Latina ha logrado “importantes avances” en la última década, pero sigue enfrentando grandes brechas de desarrollo productivo, pobreza, empleos de calidad y trabajo decente.
El representante de la OIT afirmó que la región latinoamericana debe trabajar de manera prioritaria en fortalecer las políticas de desarrollo productivo para el crecimiento de empresas pequeñas, las políticas laborales para garantizar mejores condiciones, y las políticas de educación para mejorar capital humano.
Otro de las prioridades señaladas por Salazar es la transición del empleo informal al formal y además lograr que se cumpla la normativa internacional relacionada al trabajo, incluyendo la libertad sindical y las convenciones colectivas.
Según datos de la OIT, de acuerdo a un estudio realizado entre el 2010 y 2011 en Centroamérica y República Dominicana, existen 9.4 millones de personas con un empleo informal.
Durante la reunión de ministros centroamericanos, Costa Rica y Panamá suscribieron un acuerdo para garantizar un flujo ordenado de inmigrantes con fines laborales, que pretende garantizar el respeto a los derechos humanos y que ambos países establezcan políticas conjuntas.
El ministro panameño, Luis Ernesto Carles, destacó la importancia del acuerdo porque cada año miles de indígenas Ngbe Buglé cruzan la frontera hacia Costa Rica para trabajar en las cosechas de café y banano.