Una diferencia que asciende hasta los 130,000 bd en la estimación de los suministros de Estados Unidos, que la OPEP establece serán en 2015 de 13.64 mbd, un 0.82 por ciento más que en 2014.
En cuanto a la demanda mundial de crudo estimada para este año, la ha corregido ligeramente al alza al situarla en 92.32 mbd, 20,000 bd más que la previsión de enero y un 1.28 por ciento más que el consumo del año pasado.
Estos cálculos se publican en un momento de gran incertidumbre en los mercados sobre la próxima evolución de los precios del petróleo.
Tras desplomarse cerca de un 60 por ciento entre junio del año pasado y mediados de enero de este año, el valor del “oro negro” ha recuperado sólo lo que había perdido desde fines de diciembre.
En el caso del barril de la OPEP, su precio superó los 110 dólares el 20 de junio, tocó un mínimo en seis años de 41.50 dólares el 13 de enero y se situó el viernes en los 53.36 dólares.
El barril del petróleo de Texas (WTI) , de referencia para América, cerró la semana pasada en Nueva York a 51.69 dólares, y el del Mar del Norte, el Brent, referente en Europa, abrió este lunes en Londres a 57.95 dólares.
“Al caer los precios, parece que las demandas de crudo responden de forma positiva, si bien ello puede verse impactado por otros factores” , destacan en el documento los expertos de la OPEP.
“La fuerte caída de los precios ha sido causada principalmente por suministros excesivos. Como resultado, los precios más bajos parecen acelerar el ritmo del crecimiento de la demanda” , añaden.
La organización ha dado un giro en su política petrolera el 27 de noviembre pasado, cuando decidió no reducir su oferta para apuntalar los precios, como esperaban los mercados.
Esa decisión a favor de defender la participación de mercado a costa de los precios, acentuó el fuerte abaratamiento del crudo.
Fue sobre todo Arabia Saudí, el mayor exportador mundial de petróleo, el país que la habría defendido, según los analistas, como una medida para frenar la expansión del crudo no convencional, sobre todo el de esquisto, extraído mediante la tecnología de la fractura hidráulica (“fracking”, en inglés) .
Es que esa técnica, así como otras para extraer crudos no convencionales, requiere para ser rentable un precio del petróleo más alto que los actuales.
Con sus nuevos datos, la OPEP parece indicar, si bien de forma muy cautelosa, que su estrategia estaría dando los primeros resultados pues habría llevado a que las petroleras reduzcan sus inversiones y operaciones, y con ello su oferta.
Los doce productores miembros han reducido no obstante su bombeo conjunto en enero, que bajó de los 30.20 mbd en diciembre hasta los 30.15 mbd, aunque con grandes diferencias entre los socios.
Así, Irak es el que más cerró los grifos el mes pasado y su producción cayó en 279,100 bd, hasta los 3.35 mbd.
También Libia (131.700 bd) , Irán (25.100 bd) y Argelia (12,600 bd) , así como en menor medida Catar y Ecuador, bajaron su oferta en enero, mientras que la subieron Angola, Arabia Saudí, Kuwait, Emiratos rabes Unidos, Nigeria, Venezuela y Ecuador.
Teniendo en cuenta los cálculos de la demanda y de la oferta de los productores ajenos a la OPEP, los expertos calculan que este año el mundo requerirá una media de 29,2 mbd de sus países miembros, volumen inferior a la producción de enero (30.2 mbd) , así como al tope máximo vigente desde fines de 2011, de 30 mbd.
La nueva estrategia de la organización responde a una nueva estructura del mercado, después de que tres años con un precio del barril de crudo de más de 100 dólares en su media anual haya atraído a tantos inversores y aumentado así los suministros.
En especial, el avance del esquisto en Estados Unidos ha contribuido a que la primera potencia mundial, con los 13.6 mbd calculados por la OPEP, se convirtiera en el primer productor mundial de crudo y relegara así a un segundo y tercer lugar a Rusia (10.5 mbd) y Arabia Saudí (9.7 mbd) .