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Presupuesto 2024: Q65 de cada Q100 serán para funcionamiento del Estado

Funcionamiento, inversión y pago del servicio de la deuda pública son los rubros del destino del presupuesto de gasto.

El 18% del planteamiento del presupuesto para 2024 se destinará para inversión pública por un monto de Q22 mil 956 millones. (Foto Prensa Libre: Cortesía)

El 18% del planteamiento del presupuesto para 2024 se destinará para inversión pública por un monto de Q22 mil 956 millones. (Foto Prensa Libre: Cortesía)

De cada Q100 que se ejecute en el presupuesto de gasto para el 2024, Q65 se destinará para funcionamiento, Q18.4 para inversión y Q16.6 para el pago del servicio de la deuda pública, y de esta manera es la estructura del Presupuesto General de Ingresos y Gastos que el Ministerio de Finanzas (Minfin) presentó al Legislativo por Q124 mil 879 millones a principios de mes.

Entretanto, los integrantes de la Comisión de Finanzas del Congreso ya empezaron con el desarrollo de las audiencias públicas, para escuchar a diferentes funcionarios y sectores, con la posibilidad de hacer ajustes al techo planteado por las autoridades del gobierno saliente.

Análisis

Por naturaleza, el presupuesto público crece cada año, por el aumento de las necesidades de los habitantes o para atender situaciones extraordinarias, como la pandemia del 2020, que incrementó sustancialmente el gasto estatal en los últimos tres años.

Para el gasto de funcionamiento se están planeando Q81 mil 144.8 millones; para inversión, Q22 mil 956.8 millones, y para deuda pública Q20 mil 778.4 millones.

Para el rubro de remuneraciones se plantean Q34 mil 903 millones y para cubrir sueldos y salarios Q28 mil 592.5 millones. Es decir, en total, la partida de remuneraciones representa el 24.7%.

El Ministerio de Educación (Mineduc), que tiene un techo presupuestario de Q23 mil 50.6 millones, propone para el concepto de remuneraciones Q16 mil 473.8 millones, siendo el monto más alto para este rubro de todo el aparato público.

Para el mismo rubro de remuneraciones, al Ministerio de Salud se le estarían asignando Q4 mil 903.4 millones, para el de Gobernación Q4 mil 875.6 millones y para la cartera de Defensa Q2 mil 331.9 millones. Estas son las dependencias con montos más sobresalientes en cuanto a remuneraciones.

Por finalidad

En el presupuesto hay una clasificación de 12 actividades que tiene como finalidad el tipo de gasto.

Para educación se están destinando Q27 mil 600.6 millones, para orden público y seguridad ciudadana Q15 mil 326.5 millones, para urbanización y servicios comunitarios Q13 mil 418.8 millones, para Salud Q12 mil 199.4 millones y para protección social Q12 mil 115.6 millones.

El presupuesto para asuntos económicos es de Q8 mil 917.5 millones, el de servicios públicos generales Q7 mil 678.8 millones, defensa Q2 mil 255.5 millones, protección ambiental Q2 mil 119.2 millones, actividades deportivas, recreativas y cultura Q1 mil 659.7 millones y para atención a desastres y gestión de riesgos se están destinando Q809 millones.

 

A más inversión, más endeudamiento

En una entrevista con Prensa Libre, el ministro de Finanzas, Edwin Martínez Cameros, al hablar sobre la estructura de gasto, en la parte de inversión (18%), y de qué forma se puede aumentar ese porcentaje, reconoció que en Guatemala hace falta incrementar la inversión.

“Hay una necesidad de contar con carreteras más modernas, pero hacerlas tienen que ser por medio de préstamos o por la vía de endeudamiento bonificado, pero que, por cada Q1, Q0.91 ya tiene destino; entonces, con Q0.009 no se puede atender el funcionamiento a otras áreas, donde las leyes no les da una garantía de contar los recursos”, refirió.

Por esa razón, expresó, que se ha disminuido el déficit fiscal en los últimos años, derivado de lo sucedido en el presupuesto en el 2021, cuando no se aprobó por el Congreso, con el argumento de que había mucho endeudamiento.

El ministro Martínez aclaró que Guatemala tiene ofrecimientos de los organismos internacionales para obtener muchos recursos, derivado de la estabilidad económica y los buenos resultados fiscales que se han obtenido, lo cual les garantiza a dichos organismos que Guatemala cumplirá con sus compromisos.

“Utilizar recursos de préstamos, va a traer y agilizar en menor tiempo las construcciones importantes que el país necesita; el endeudamiento que se lleva para el 2024 es de Q10 mil millones, que si lo comparamos con el del 2020 fue de unos Q30 mil millones —derivado de la pandemia de covid-19— se ha venido disminuyendo. Como consecuencia de esto, Guatemala tiene una de las menores tasas de endeudamiento en Latinoamérica”, refirió el funcionario.

“Si se quiere hacer inversión, hay que aumentar el déficit fiscal y subir el endeudamiento”, agregó Martínez.

El funcionario aclaró que la inversión física son los recursos que van destinados a construcciones, como puentes, carreteras, hospitales, centros de Salud, escuelas.

“La inversión financiera es la que se trabaja para los fideicomisos, para que se puedan brindar los créditos o bien se pueda apoyar a algún sector, trasladando recursos, y en la propuesta del presupuesto del 2024, solo se mantiene el fideicomiso del café”, explicó el funcionario.

Calidad de gasto

Para Jorge Lavarreda, analista del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (Cien), en la discusión del proceso final del presupuesto lo que hace falta es monitoreo, seguimiento, evaluación y rendición de cuentas, los cuales son insumos que servirían para poder decidir si se continúa con programas —de gasto— que se están proponiendo, se les hacen modificaciones o son eliminados.

El analista recordó que este presupuesto es el resultado de hacerlo muy rígido —asignaciones presupuestarias por ley— y que se centra en gastos de funcionamiento que ordenan las diferentes leyes constitucionales y ordinarias.

Sin embargo, explicó, también influyen otros temas, como el pago del servicio de la deuda pública, las clases pasivas del Estado y las remuneraciones. “Todos esos gastos deben incluirse para continuar funcionando, pero ya está creada esa estructura con un paso importante en funcionamiento”, manifestó.

“El resultado, al final del día, es que la variable de ajuste termina siendo el gasto de inversión pública, y la distribución a nivel institucional refleja esto mismo, un presupuesto muy similar estructuralmente hablando en otros ejercicios fiscales”, apuntó.

Lo que queda pendiente en estas discusiones es la calidad del gasto, en el sentido de que en esas asignaciones sí se puede decidir cómo se pueden dar los resultados que se plantean.

ESCRITO POR:

Urias Gamarro

Periodista especializado en macroeconomía, finanzas públicas e infraestructura, con 20 años de experiencia en medios radiales, impresos y digitales.

Rosa María Bolaños

Periodista de Prensa Libre especializada en medios escritos y radiales en temas de energía eléctrica, empleo, impuestos, empresas y negocios con más de 20 años de experiencia.