Del lado colombiano, la experiencia puede ser útil desde el punto de vista de modernización aduanera o institucional para el proceso iniciado hace unos meses en la SAT, en tres áreas específicas:

Normativa aduanera

El pasado 7 de marzo se aprobó el estatuto aduanero, una de las normativas aduaneras más modernas del hemisferio, que en buena medida trata de incorporar los grandes temas comerciales aduaneros contenidos en el Acuerdo de Facilitación del Comercio de la OMC , lo sustancial de lo acordado en la Organización Mundial de Aduanas (OMA) y lo relativo a facilitación de comercio y prácticas aduaneras contenidos en los tratados de libre comercio firmados por Colombia con sus principales socios comerciales, y la Ley Anticontrabando.

Es importante aclarar que el Estatuto no es el resultado de urgencia política, fue un “embarazo” de siete años. Guatemala no puede dilatar tanto en modificaciones de fondo a la SAT, pero el proceso colombiano de consulta con el sector privado me pareció ejemplar.

Seguridad e integridad

Para algunos, lo primero que nos viene a la cabeza es la presencia de un “paisa”, el doctor Iván Velásquez (Cicig), que si bien es cierto no representa oficialmente a su país, sí refleja en buena medida el esfuerzo de años en la lucha contra la impunidad y la delincuencia.

A nivel institucional, la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales de Colombia (DIAN) también ha pasado por crisis de credibilidad, donde un director anterior, de manera audaz y claramente impopular, impulsó la utilización de herramientas como Lectores de Retina y Polígrafos para funcionarios en puestos claves de compras y contrataciones, o responsables de licitaciones o puestos fronterizos complicados.

La experiencia, positiva o negativa, sería de mucha utilidad para una institución como la SAT, donde seguramente la mayoría de los funcionarios estarían anuentes a usar una herramienta como esta para fortalecer la percepción interna y pública de integridad.

Comercio e información anticipada

La DIAN y el Ministerio de Comercio de Colombia, con el apoyo del BID, han implementado la figura del Operador Económico Autorizado (OEA). Este caminar de ninguna manera ha sido fácil o rectilíneo, especialmente al tratar de establecer un programa que convenza a su principal socio comercial, EE. UU.

Un elemento esencial en este contexto es el Intercambio de Información Aduanera anticipada electrónica, información con la que se pueden alimentar los sistemas de análisis de riesgo aduanero o antinarcóticos, por ejemplo.

Durante el 2014/15 participé en un equipo de apoyo a la DIAN y con la colaboración de los ministerios de Relaciones Exteriores y Comercio en el establecimiento del Sistema @timandino que desde julio pasado logró la transmisión anticipada de declaraciones aduaneras entre Colombia y Ecuador. El sistema, con modificaciones mínimas en el contexto del Proyecto Mesoamérica (@P_Mesoamerica), podría ser utilizado para intercambio de información anticipada de declaraciones aduaneras entre Colombia y Guatemala. Algo que claramente mejoraría el análisis de riesgo para la DIAN y la SAT o las autoridades antinarcóticos.

Seguramente, el universo de oportunidades de apoyo e intercambio de experiencias e información entre ambos países es enorme; explorar y concretar algunas de las anteriores podría ser un retorno tangible a la visita presidencial.