“Mi general, bienvenido”, y el obligado saludo militar fue lo más recurrente hacia Pérez Molina de parte de varios kaibiles.
A pocos pasos de la entrada de ese lugar destaca “El árbol del jefe”, en el cual Pérez Molina hizo el cambio de la “tabla del líder”, consistente en un trozo de madera color amarillo donde se leía “Kaibil Pérez, fundador”.
Tres kaibiles subieron a una escalera y la colocaron en el Árbol del líder, junto con otra tabla similar donde se leía “Héctor Nuila Hub, kaibil número 1”, en referencia a ese coronel, quien también participó en los actos, debido a que es fundador.
De la rasuradora a la fosa
Antes de entrar en el área de ceremonia, donde recibió el grado de general de Brigada, el futuro ministro de la Defensa, Ulises Noé Anzueto Girón, tuvo que afeitarse el bigote.
“Es una tradición establecida en la escuela de kaibiles desde su fundación, que se hace porque todos tenemos que ser iguales, para que todos estemos en la misma circunstancia y no distinguir a oficiales de los soldados”, explicó Anzueto.
Luego, en su camino a la plaza Zaculeu, donde se efectuó el acto, el presidente electo pasó por la “fosa de purificación”, para “limpiar su alma” como futuro comandante general del Ejército.
Todo el camino a la plaza estaba flanqueado por kaibiles, que con traje especial de camuflaje en bosque hacían demostración de sus habilidades.
Suman 28 generales
Además fueron de Anzueto Girón, ascendidos a general de Brigada Hellmuth Casados Ramírez y Manuel López Ambrocio, antes de asumir, el 14 de enero, la jefatura y subjefatura del Estado Mayor de la Defensa Nacional.
El protocolo de ascensos estuvo a cargo de Espada, quien, con la ayuda de las esposas de los promovidos, les colocó la boina de kaibil.
Con los tres nuevos ascensos suman 28 los generales de alta. “Por los procesos de antigüedad y escalafón, en estos días van a pasar a retiro, porque se jubilan, seis generales, al cumplir 33 años de servicio”, indicó Anzueto.
Fuerzas especiales
En su discurso, el ministro de la Defensa, Juan José Ruiz, expresó que el narcotráfico tiende a corromper la institucionalidad del Ejército, y Anzueto refirió que se debe reforzar la transmisión de valores de ética y morales a los kaibiles activos, para evitar que sean reclutados por el crimen organizado.
Pérez Molina reiteró que kaibiles y paracaidistas serán utilizados contra el narcotráfico y que en dos años buscará incorporar dos mil 500 nuevos efectivos al Ejército, para formar dos unidades regulares y otras de fuerzas especiales.