La profesional Mildred Granados, quien coordinó y supervisó el censo en Xela, dijo que aunque no se trataba de una medición para sondear los índices de pobreza de los habitantes, fue fácil darse cuenta que muchas familias viven en extrema precariedad.
?El hacinamiento de familias en el área rural es serio, donde se nota con mayor claridad este problema, que afecta a millares de guatemaltecos?, agregó la licenciada Granados.
En la cabecera departamental de Quetzaltenango se pudo establecer que hasta siete familias de entre cinco y siete miembros conviven en una pequeña casa, agregó Granados.
Además, se suman los problemas de falta de agua entubada y otros servicios, aunados al poco espacio donde viven.
El censo que se llevó a cabo a nivel nacional fue considerado necesario para conocer muchos aspectos, los cuales las autoridades y vecinos desconocen, se indicó.
Los sectores que no pudieron ser censados tendrán que esperar a principios del año 2003, para poder ser tomados en cuenta, concluyó.