Analistas consultados indicaron que la erogación de Cohesión Social no ha sido transparente y existen dudas acerca de su carácter clientelar.
De los Q1 mil 95.7 millones invertidos, el 88 por ciento ha sido para Mi Familia Progresa (Mifapro), con Q963.8 millones.
Los otros seis programas de Cohesión Social: Comedores Solidarios, Bolsa Solidaria, Escuelas Abiertas, Becas Solidarias, Todos Listos Ya y Agua Fuente de Paz consumieron Q131.9 millones, para un 12 por ciento.
Lo invertido por Cohesión Social este año equivale al 2 por ciento del total gastado por el Gobierno al 25 de diciembre —Q53 mil 491.2 millones—.
Mifapro
Según Finanzas, Mifapro ha utilizado Q873.6 millones para el pago de transferencias condicionadas en los 22 departamentos, e incluso superó su techo en Petén y Baja Verapaz, donde llegó a 105 por ciento.
Se intentó conocer la versión de los responsables de Cohesión Social, pero no fue posible; tampoco se pudo contactar a Ronaldo Robles, secretario de Comunicación de la Presidencia, cuyo celular daba señal de apagado, y Rolando del Cid, Ministro de Finanzas, no contestó.
El vicepresidente Rafael Espada dijo desconocer el tema, pero, en aras de la transparencia, declaró: “La Contraloría General de Cuentas debe revisar los traslados de capitales dentro de Cohesión Social”.
En cuanto a la distribución de los fondos, en el presupuesto aprobado, Guatemala tenía Q674 millones, pero le quitaron Q549.7 millones, que fueron distribuidos en el resto de departamentos.
De esa cuenta, los mayores beneficiados fueron en Alta Verapaz, con Q119.6 millones, y Guatemala, con Q111.6 millones.
Lo último asombró a analistas, al considerar que el departamento de Guatemala no es un área donde predomine la pobreza.
“Esto es paradójico, porque solo el 20 por ciento de la población del departamento vive en pobreza, y hay otros que tienen más del 70 por ciento”, explicó el economista Jorge Santos.
“Puede que esto responda a otros criterios que no sean técnicos, sino a algo clientelar”, añadió.
Ricardo Barrientos, economista del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), dijo: “El mayor potencial y propósito del programa Mifapro no está en la capital, y no entiendo por qué fue fuerte el gasto en Guatemala”.
Cero erogación
El programa Agua Fuente de Paz no invirtió nada este año. Fue creado para potabilizar y entubar el líquido para familias pobres.
El programa fue inaugurado por Colom en marzo del 2009, y para este año se le aprobó un presupuesto de Q60 millones, pero mediante traslados de fondos se le despojó de Q59.6 millones, y quedó solo con Q310 mil, que no utilizó.
Los fondos fueron entregados a otros programas como Escuelas Abiertas, que vio aumentado su presupuesto en 214 por ciento, al pasar de Q27.6 millones aprobados de manera inicial a los Q86.9 millones que tiene ahora.
Agua Fuente de Paz pretendía invertir en 15 de los 22 departamentos, y Q31.7 millones —más de la mitad de los fondos— serían para Chiquimula.
Camotán tenía asignados Q8.4 millones; Jocotán, Q9 millones; Olopa, Q9.5 millones, y San Juan Ermita, Q4.7 millones.
Barrientos dijo: “Hay un problema serio de capacidad de ejecución o un cambio drástico en prioridades, y los encargados deben responder por ello”.
Santos agregó: “Hay una tradición de gobiernos en traslados de fondos que responden a una lógica de desorden y poca planificación en las instituciones públicas”.