Comunitario

Comunas deben supervisar casas

Siete de cada 10 construcciones particulares en el país no cumplen con los requisitos mínimos de las normativas de construcción, por lo que debe haber más control por parte de las municipalidades, afirma la Asociación Guatemalteca de Ingeniería Estructural y Sísmica (Agies).

En San Marcos, ingenieros del Ejército revisan las casas para afectados por el terremoto.

En San Marcos, ingenieros del Ejército revisan las casas para afectados por el terremoto.

El presidente de Agies, Héctor Monzón, afirmó que se necesita establecer “cierto tipo de regulaciones que estén a disposición de las municipalidades, que son las que controlan y autorizan la mayor parte de las obras de construcción”.

En el caso de viviendas particulares, las recomendaciones están fijadas en la norma DSE-4, vigente desde el 2010.

Esas disposiciones, a diferencia de las RD-1 y 2, dirigidas a ingenieros y arquitectos en proyectos de gran envergadura, están enfocadas en técnicos de la construcción y maestros de obra, grupo que según Monzón se encarga de las dos terceras partes de las construcciones en el país, pese a tener conocimientos empíricos.

Los datos se dieron a conocer durante el seminario “Construcción segura ¿Estamos listos para otro terremoto?”, organizado por la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred).

Materiales

Monzón agregó que aunque se intenta que se deje de utilizar el adobe y se sustituya por hierro y block, estos materiales tampoco cuentan con la certificación de calidad necesaria.

Esa falta de control en la producción de los materiales también representa una debilidad en las construcciones del país, agregó el profesional.

“El block en la provincia no está certificado y es imposible determinar su resistencia. Eso lo hace igual de vulnerable que el adobe”, explicó.

El secretario de la Conred, Alejandro Maldonado, afirmó que “con las técnicas de construcción adecuadas se espera reducir la vulnerabilidad sísmica”.

ESCRITO POR:

Alex Fernando Rojas

Periodista de Prensa Libre especializado en política y periodismo de investigación con experiencia de 15 años como reportero y editor en medios escritos, radiales y digitales. Reconocido con el Premio Nacional de Periodismo en Guatemala, en 2014 y becario del programa de periodismo judicial Cosecha Roja de Argentina y del programa de autorregulación ITP, en Suecia.