Esta acción se da luego de los allanamientos del Ministerio Público y la Policía Nacional Civil, en busca de evidencia por una denuncia de maltrato infantil a los niños de la comunidad.

David Sandoval, un judío ortodoxo miembro de este grupo, explicó por las calumnias o difamaciones sobre el maltrato que personas ajenas a su grupo.
 
El pasado 13 de septiembre, los fiscales realizaron unos siete allanamientos para establecer si una niña israelí que tenía prohibición legal de salir de su país se encuentra en Guatemala y también determinar si había niños víctimas de maltrato.
 
No trascendieron los resultados de estas investigaciones, pero ya en su momento uno de los habitantes de esta comunidad, Joel Helbrans, denunció a la prensa el método de proceder de las autoridades, y achacó esto al Gobierno de Israel, que buscaría desmantelar la comunidad por su actividad social.
 
Los judíos, que alquilaron camionetas para mover sus pertenencias, se mudaron a Oratorio, Santa Rosa en el kilómetros 57.
 
Esta misma comunidad religiosa judía fue expulsada del municipio de San Juan La Laguna en 2014, un caso por el que está procesado el exalcalde de este municipio Antonio Adolfo Pérez y Pérez, quien está imputado de los delitos de abuso de autoridad y discriminación con agravación de la pena.
 
La comunidad judía ortodoxa, integrada por unas 70 familias, en su mayoría extranjeros, abandonaron la población indígena de San Juan la Laguna, luego de recibir amenazas si no se marchaban del lugar.
 
El grupo, integrado por personas provenientes de Estados Unidos, Israel, el Reino Unido y Rusia, se había asentado en la población ubicada a la orilla del Lago de Atitlán, aunque anteriormente ya habían sido expulsados de Canadá.
 
Según los últimos datos disponibles, en Guatemala el 47 por ciento de la población profesa la religión católica, 40 por ciento son protestantes, dos por ciento practica otras religiones y el 11 por ciento se declara ateo o agnóstico.

*Con información de EFE y AFP