El concurso surgió en la página de Facebook Covidance 2020 que fue creada, inicialmente, como un concurso de baile familiar. Actualmente tiene más 123 mil seguidores.
Decenas de videos se han subido de hombres y mujeres bailando música disco, pero fue el video de Fabio El Lobo Vásquez el que le dio un impulso a la página para que muchas más personas participaran.
Aunque El Lobo se volvió conocido y viral en redes sociales, hay más hombres y mujeres detrás del Covidance que también aportaron sus mejores pasos. Ellos tampoco dudan en atender el llamado a bailar desde donde los llamen, porque tiene en sus venas los beats de la música disco que se popularizó en Guatemala en la década de 1980.
Byron Dávila “El Pastel”
Empezó a bailar a los 12 años cuando entró a los básicos en el Instituto por Cooperativa de la zona 6. “Me gustaba la música porque mis primos la escuchaban y la bailaban y yo crecí con ellos”, cuenta.
Dávila recuerda que entre las fiestas y repasos, empezó a bailar con el grupo BKS 33, que se originó en la zona 6, en las cercanías del hospital del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS). Rápidamente, los BKS 33 se convirtieron en la pandilla más grande de la ciudad con presencia en las zonas 1, 6, 18 y parte de zona 19.
Gracias al Covidance, dice, se encontró con un amigo de infancia que le escribió al ver su video. Se trata del fundador de la célula BKS33 Jr, que migró a El Salvador.
Giovanni Pérez
Es comerciante, actualmente tiene 43 años y vive en La Palmita, en la zona 5 capitalina. Durante su juventud perteneció al grupo de la Five.
Empezó a bailar a los 12 años al acompañar a su hermana mayor a las discotecas. “Me iba con ella y miraba las famosas ruedas de quienes bailaban bien. Me gustaba porque era algo bonito que uno miraba”, menciona.
Pérez menciona que un paso que le gustaba mucho y que era característico de la Five se llama “wipi” y consiste en tirarse hacia atrás y levantar un pie al mismo tiempo. Antes de la pandemia, iban los domingos a una discoteca que se llamaba El Círculo, en la 2 avenida de la zona 1. Ese era el lugar donde todos se reencontraban para bailar
“Paniagua”
Perteneció a Los de la Plaza Vivar (PV) y fue de los mejores bailarines. En la década de los 80 fue campeón durante cinco años consecutivos en los concursos de baile que hacían en la discoteca La Montaña Púrpura, ubicada en el sótano del centro comercial de la zona 4.
Los de la PV eran conocidos, según Panigua, como “los burgueses”, debido a su forma de vestir. A comparación de los otros grupos que lucían sus tenis Converse, ellos utilizaban zapatos mocasines, pantalón formal, tirantes y sombrero.
“A nosotros nos catalogaban como burgueses, en mi grupo había muy buenos bailarines y entrenábamos defensa personal”, cuenta.
Gricelda Castillo
Empezó a ir a las discotecas a mediados de la década de los 90 gracias a su mamá que tenía amigos en la Plaza Vivar. “Desde los 10 años ella nos llevaba a las fiestas y desde entonces ya nos gustaba bailar”, menciona.
Según recuerda, había noches en que se hacían tres fiestas en un solo día en diferentes puntos de zona 5 y con el tiempo se hizo famosa por su estilo de baile.
“Para mi el break ha sido mi tradición desde pequeña, ha significado muchísimo en mi vida”, agrega.
Karen Acevedo
Desde los 14 años empezó a bailar el break. Aprendió con sus amigos de Lomas del Norte, en zona 18, pero a los 16 años se integró con los de la Plaza Vivar.
“Recuerdo que en Llano Largo tuvimos un reto con otra banda. Empezaron a bailar y eran solo hombres, de último me dejaron a mí pero fue con mi baile con el que ganamos”, agrega.
Para Karen, el break significa familia y admiración.