Comunitario

Daños en puentes podría paralizar la circulación entre puertos

Aunque solo representan el 0.67  por ciento del total de puentes del país,  hay siete estructuras que si afrontaran un daño mayor  paralizarían la economía nacional, debido a que están ubicadas en un   cinturón directo hacia los puertos principales.

El colapso de puentes en ruta al Atlántico podría paralizar el transporte de carga entre puertos. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

El colapso de puentes en ruta al Atlántico podría paralizar el transporte de carga entre puertos. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Los puentes Belice, Benque Viejo, El Lobo, Stain Creek, Chetumal, Doña María y  Complejo Villalobos son la conexión principal del comercio nacional con el mundo y  facilitan el tránsito entre los   puertos Santo Tomás de Castilla, en Izabal, y Quetzal, en Escuintla.  

En   esa ruta  circula  gran parte de las 149 mil 252 unidades de transporte de carga de  mercancías para el consumo interno, importación y exportación  que registra  la Superintendencia de Administración Tributaria.

Mario René Jordán Zabaleta, coordinador de Puentes del Colegio de Ingenieros de Guatemala (CIG), manifestó que  los resultados de la última evaluación que coordinó el Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda (CIV) reveló que de los  mil 40 puentes   registrados en el país, un cinco por ciento (52) están en  riesgo moderado porque fueron construidos hace 50 años.

De ese total, los siete que conectan el comercio nacional están en riesgo moderado, es decir,  desgaste y fatiga en su estructura, por el tiempo que llevan de funcionar. “Estos puentes ya tienen esa condición; sin embargo, muchos de los desgastes  no son visibles porque son  micrométricos. Es urgente que se realice un diagnóstico, ya que esto es solo una muestra de lo que tienen”, aseguró Jordán Zabaleta.

Agregó que seis de esos pasos son vitales para el puerto Santo Tomás, entre ellos  Belice, Benque Viejo, El Lobo, Stain Creek, Chetumal,  Doña María y, solo el complejo de Villalobos, para el puerto Quetzal, ya que la mayoría de los puentes en esa red  están constituidos con construcciones “pequeñas”.
“Solo la inhabilitación de unas horas generaría crisis en la economía del país”, ejemplificó el funcionario, quien  opina que el problema se complica con estos puentes porque se encuentran en áreas montañosas y las vías alternas son de terracería y estrechas, lo que dificultaría la circulación de  transporte pesado.

Rafael Díaz, vicepresidente  de la Asociación Guatemalteca de Contratistas de la Construcción, aseguró  que tiene identificados los puentes que están dañados, pero no cuenta con una cifra de las pérdidas que podría generar un incidente en alguna de estas conexiones viales. “Solo de llegar a colapsar el puente Belice la ciudad quedaría incomunicada, las exportaciones e importaciones sufrirían muchísimo”, advirtió.

Para Jorge Mario González, de la Comisión del Control y Auditoría de la Obra Pública del CIG, aunque es impredecible el colapso del puente Belice,  lo que le preocupa es que ocurra   un  sismo fuerte, porque  la  fatiga en el metal no lo resistiría. “La economía sería el sector más afectado, de sufrir serios daños; la única ruta alterna sería la carretera La Paz, vías muy estrechas para que los camiones puedan dar giro. A eso se suma el incremento del tiempo del recorrido”, resaltó.

Alto costo

Héctor Fajardo, director de la Federación Centroamericana de Transportistas (Fecatrans), explicó a Prensa Libre el 29 de julio último    que la falta de mantenimiento a las principales carreteras del país, incluyendo los puentes,  ha elevado el costo de transporte durante este año, de US$1.04 a US$1.26 por  kilómetro recorrido.

Fajardo detalló que, con esos montos, el costo mensual para el transporte de carga pasó de US$3 mil 120 a US$3 mil 870 por kilómetro recorrido.

Agregó que una carretera en buen estado  permite recorridos a velocidades de entre 60 y  80 km por hora, mientras que si tiene muchos baches, falta  señalización o la limpieza es poca se debe reducir la velocidad.

El Ministerio de Comunicaciones aseguró que da mantenimiento a  los puentes, pero no especificó de qué tipo.

Según esa cartera,  entre octubre y noviembre harán una nueva evaluación de los viaductos del país para establecer el daño o riesgo que presentan y así programar su mantenimiento o remoción.

El último informe fue presentado en el 2013, cuando se registraron  mil 40 puentes; sin embargo, según  Jordán Zabaleta, hay un subregistro de  mil 500.

Solución

Falta más supervisión

Armando Fuentes,   director de Caminos del CIV,   informó que existe un reglamento de pesos y dimensiones para supervisar la carga del transporte pesado en el país.

Esa normativa exige la implementación de básculas para medir  los pesos autorizados. Sin embargo, en Guatemala solo existen tres, pero son insuficientes para poder controlar los mismos.

El funcionario dice que  debería ubicarse básculas  en las entradas principales de la ciudad, ya que el sobre peso es la principal  causa del  daño en las carreteras.

Agregó que tampoco hay un medio que   investigue  la falta de señalización  en las carreteras. “Cuando está funcionando algún  contrato para hacer mantenimiento hay supervisión,  luego se  pierde”, declaró.

Calidad 

El 77% son de concreto  

De los mil 40 puentes evaluados en 2013  por el Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda (CIV), se  registró que   el 77 por ciento (793) fueron construidos de concreto y solo  uno por ciento, de madera.

Además se estableció que 101 puentes son de materiales mixtos (metal y concreto), 67 de arcomampostería, 42 de estructura metálica con armadura y 16 de estructura metálica pony. Hay 13 bailey, siete de madera y un colgante.
El estudio indica que los departamentos con mayor cantidad de  puentes son Escuintla, Santa Rosa, Huehuetenango, Guatemala, Izabal,  Suchitepéquez, Zacapa y San Marcos.  Luego del análisis, el Colegio de Ingenieros sugirió crear una Oficina de Gestión de Puentes.

Alerta

Conred pide prevención

La Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred)  evaluó en el primer semestre dos puentes, por solicitud de las autoridades, por  temor de que puedan afrontar daños que afecten a las comunidades.

Estos fueron el Puente del Molino, acceso al barrio El Molino,  en Chiquimula, y el   Centenario, CA14 de  Tucurú, Alta Verapaz.

En el primero, la coordinadora estableció que los daños son secundarios  y que están en la base, por lo que pueden ser reconstruidos.   En el segundo, la Conred concluyó  que tiene una vulnerabilidad estructural  media y puede ser reconstruido y fortalecido con un buen  plan de mantenimiento.

En ambos casos recomendaron tomar medidas de prevención.

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