Asturias indicó que, según se percibe en una gráfica de toma de muestras de pruebas para detectar la enfermedad, “hay una tendencia a la baja en número de casos positivos”.
Asturias indicó que esa fue la razón por la que se “decidió el momento para ensayar una apertura ordenada y gradual”.
En el departamento de Guatemala y la región central, donde se dio la epidemia con mayor intensidad en mayo y junio, se registra un descenso en las pruebas positivas y en la tasa de casos por 100 mil habitantes.
“La positividad de pruebas en el departamento de Guatemala tuvo una escalada, se puso intenso, y luego comenzó a bajar el porcentaje de pruebas positivas. Eso nos dice que hay una tendencia a la mejoría en el número de casos”, detalló Asturias.
Sin embargo, hay algunos departamentos en los que la enfermedad continúa al alza, como el caso de Izabal, Quetzaltenango, Zacapa, Santa Rosa y San Marcos.
Estrategia para encajonar al covid-19
El director de la Comisión también explicó que se implementa una estrategia para “encajonar” el virus, que consiste en hacer pruebas, aislar al paciente, rastrear a posibles personas que haya contagiado y ponerlas bajo cuarentena.
“Así lograremos contener la epidemia durante los próximos meses. Este encajonamiento es clave para que se mantengan los casos bajos”, explicó.
Tasa de letalidad
Asturias también se refirió a la tasa de mortalidad en Guatemala respecto a edades, y dijo que las personas mayores de 70 años tienen hasta 25 por ciento de probabilidades de fallecer.
“Si usted tiene entre 60 a 70 años, su riesgo de morir es de 12 por ciento; si usted tiene entre 50 a 60 años, su riesgo es de 6 por ciento. Debajo de esa edad, el riesgo de morir es de alrededor de 2 por ciento”, detalló.
Asturias resaltó que uno de cada cuatro personas que fallece en Guatemala es una persona joven, pero es debido a que esa población es muy grande. “Cuando lo dividimos en porcentaje, es bajo comparado a la gente mayor. No es un patrón muy distinto a otras partes”, indicó.
“Creemos que estamos viendo una disminución de la mortalidad, principalmente porque nuestros médicos y enfermeras son hoy mucho mejores para tratar esta enfermedad, que de lo que eran hace meses”, aseguró.