Se indicó que la entidad que fue beneficiada con la adjudicación, subcontrató a otra empresa para prestar el servicio, lo cual no está contemplado en el contrato firmado por el IGSS.
La adjudicación se hizo el 2 de octubre del año pasado, con lo cual la responsabilidad del tratamiento pasó de la Baxter a la nueva entidad, que no cuenta con espacio físico para desempeñar la tarea, ni para almacenar los medicamentos, así como tampoco tiene médicos especialistas en nefrología.
Con información de Hugo Alvarado