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Intoxicación con pastillas para maíz: Por qué son letales y qué controles faltan en Guatemala

Las "pastillas para curar maíz" contienen fosfuro, que es altamente tóxico para el ser humano y al ser ingerido reacciona con el agua y el ácido del estómago. Es letal y se requiere regular su venta.

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La venta libre de "las pastillas para curar maíz" son un riesgo sanitario por el mal uso que le pueden dar niños, jóvenes y adultos, según expertos. En la foto enfermeras atienden un caso que ocurrió en Jalapa hace algunos años. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL).

La venta libre de "las pastillas para curar maíz" son un riesgo sanitario por el mal uso que le pueden dar niños, jóvenes y adultos, según expertos. En la foto enfermeras atienden un caso que ocurrió en Jalapa hace algunos años. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL).

El posible suicidio de Flor del Carmen Woc Monterroso, de 48 años, el pasado 29 de abril en su oficina del Instituto de la Defensa Pública Penal (IDPP) ha vuelto a poner en la mesa de discusión sobre la venta libre que tienen las “pastillas para curar maíz” o “pastillas del amor” en el país.

El informe médico forense del Instituto Nacional de Ciencias Forenses reveló que Woc Monterroso, de 48 años, murió por intoxicación “por exposición e/o ingesta de plaguicidas”.

Estas pastillas, que, según el Laboratorio de Toxicología del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif)  contienen “fosfuro de aluminio, también conocido como Photoxin® o fosfuro de zinc, Phosvin®, agentes insecticidas empleados para proteger alimentos o granos de plagas”, se han convertido en un problema de salud, el cual lo ha identificado el propio Ministerio de Salud Pública de Guatemala.  

“El mayor porcentaje de intoxicaciones, según estadísticas del periodo de 2012 y 2013 realizadas en el Laboratorio de Toxicología del Inacif, es por el consumo de fosfuro”, describe un artículo de Dolly Rocío Salguero Recinos, química farmacéutica por la Universidad de San Carlos de Guatemala, publicado en el sitio oficial de Inacif.

“Este tipo de intoxicación es el resultado de la ingestión accidental o suicida de fosfuro de aluminio”, cita Salguero Recinos.

Altamente tóxico para el ser humano

Según la química farmacéutica, “el fosfuro es altamente tóxico para el ser humano, al ser ingerido reacciona con el agua y el ácido del estómago, produciendo fosfuro de hidrógeno también conocido como fosfina, que por su carácter gaseoso afecta principalmente los órganos del aparato respiratorio dando origen a bronquitis irritativa, hipersecreción bronquial y edema pulmonar”.

Aunque en la situación epidemiológica de intoxicaciones por plaguicidas 2023 que publica el Ministerio de Salud Pública en su sitio web no hace referencia a si lo casos reportados son por consumo voluntario o involuntario, hasta la semana 11, que finalizó el 18 de marzo pasado, reportan que a escala nacional hubo una disminución de 6.3% de intoxicaciones en relación con el 2022.

Además, señalan que “al comparar los casos en la presente semana se registra una disminución de 37.5% al comparar los años 2022 y 2023 registrando 24 y 15 casos, respectivamente”.

Regiones y edades de riesgo

Las áreas de salud de Baja Verapaz, Ixil, Zacapa, Jalapa, Quiché y Santa Rosa son las que registran el mayor riesgo con tasas de 0.5 a 0.2 por 100 mil habitantes.

Salud identifica que el mayor riesgo se encuentra en el grupo de edad de 25-39 años para ambos sexos. 

Once de 29 áreas de salud se localizan por arriba de la tasa nacional, revelan el informe de marzo. Mientras que nueve áreas de salud concentran el 74% (110/149) de los casos registrados a nivel nacional.

“Baja Verapaz, Ixil, Zacapa, Jalapa, Quiché, Santa Rosa, Peten Suroriente, Chiquimula, Jutiapa, Petén Suroccidente y Alta Verapaz registran el mayor riesgo con tasas entre 5.3 a 0.9 por 100 mil habitantes”, agrega el estudio.

Mayor control

Jorge Cabrera, patólogo forense y exdirector del Inacif agrega que la venta de este producto debería de tener más restricciones al público porque actualmente es libre en todo el país.

“Estas pastillas, que incluso les han llamado del amor, se utilizan mucho más en el interior del país. Muchos jóvenes decepcionados las han usado para privarse de la vida. Es preocupante, sin duda y se debe ejercer más controles”, indica.

Este tipo de producto, añade Cabrera, trae etiquetas en donde se alerta del peligro que representa su ingesta, ya sea voluntaria o involuntaria.

El fosfuro de aluminio o de zinc, según Dolly Rocío Salguero Recinos, química farmacéutica, los usan como plaguicidas en países agrícolas como Guatemala, y tienen la característica que al contacto con el agua o pH ácido reacciona formando el gas fosfina (PH3).

“Ésta reacción se da en los casos de intoxicaciones por fosfuro, siendo el gas fosfina el causante de la intoxicación, puesto que actúa sobre el sistema nervioso central y el gastrointestinal provocando vómitos, ataxia (repentino movimiento muscular descoordinado debido a una enfermedad o lesión al cerebelo), convulsiones, coma y hasta la muerte, normalmente 2 horas después de su ingestión, en casos severos”, explica Salguero Recinos en su texto publicado en el sitio oficial del Inacif.

Preocupa la venta libre

Para el exdirector del Inacif la venta de este tipo de productos debería de tener más restricciones. Pero dejó claro que también quienes lo compran, las dejan sin el cuidado requerido y cae en las manos equivocadas “sabiendo que es un veneno”. 

Por su experiencia en el Inacif, Cabrera indica que la mayor incidencia ocurre en el interior de la República. Lo interesante (del caso Woc Monterroso), dice Cabrera, es que “ella por ser defensora pública debió haber llevado casos de estos y sabía el potencial fatal de la misma para consumirlo”. 

“Generalmente quienes consumen estas pastillas son mujeres porque creen que es más dulce la muerte, sin embargo, no es así, es una muerte con agonía”, explica Cabrera. 

El fosfuro de aluminio que contienen estas pastillas es completamente letal, advierte Cabrera.

Para los años 2012 y 2013 en el Laboratorio de Toxicología del Inacif la detección de fosfina fue de un 21% del total de casos analizados como intoxicación.

Le puede interesar: Autoridades de Salud y defensores de derechos humanos reportan durante el 2012 un incremento de suicidios en Jalapa, Quetzaltenango, Jutiapa e Izabal, de personas de entre 15 a 39 años. La mayoría de víctimas sufría problemas afectivos, violencia intrafamiliar, alcoholismo, drogadicción o eran objeto de violación.

Autoridades de Salud y defensores de derechos humanos reportan durante el 2012 un incremento de suicidios en Jalapa, Quetzaltenango, Jutiapa e Izabal, de personas de entre 15 a 39 años.

Recomendaciones

  1. Fortalecer a nivel hospitalario el manejo clínico de los pacientes intoxicados por plaguicidas.
  2. Promover el uso de equipo de protección personal al momento de llevar a cabo aplicaciones de plaguicidas.
  3. Fortalecer acciones de Comunicación Para el Desarrollo (CPD) sobre el tema de plaguicidas a nivel local.
  4. Un llenado correcto y completo de ficha epidemiológica a cada caso”.