Comunitario

La pandemia reveló una crisis de gobernabilidad a nivel municipal

Autoridades locales no han tenido una comunicación fluida con actores locales, como transportistas y representantes del comercio comunitario, advierten expertos.

Durante la pandemia muchas comunidades han impuesto medidas para controlar el virus, muchas veces sin ningún control de la autoridad municipal. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Durante la pandemia muchas comunidades han impuesto medidas para controlar el virus, muchas veces sin ningún control de la autoridad municipal. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

El caso reciente de la retención de personal de vacunación en Fray Bartolomé de las Casas, Alta Verapaz, deja en evidencia una vez más que el Estado, empezando por las autoridades locales, no ha capaz de gestionar la pandemia a nivel local. Mientras comunitarios hacen valer su autoridad, las instituciones públicas han sido ineficientes en implementar medidas que contengan los contagios.

Desde que se presentó el primer caso de coronavirus en Guatemala, el 13 de marzo de 2020, ha sido persistido el desafío para instituciones como el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS) de informar a la población cómo contener el coronavirus, así como cuáles son las medidas que se deben implementar para ello.

La mayoría de las veces este reto no se ha cumplido de forma satisfactoria. Entre los desafíos más recientes está el comunicar a la población la necesidad de vacunarse y disipar todos los rumores sin sustento científico que se esparcen tanto por redes sociales como boca en boca.

Las consecuencias de la falta de una estrategia comunicacional se vieron esta semana en la aldea Maguilá 1, de Fray Bartolomé de Las Casas, donde pobladores que se oponían a vacunarse agredieron a personal que se encontraba inmunizando y destruyeron los termos donde se encontraban los fármacos.

Este tipo de problemas no es aislado.  El pasado 14 de septiembre, por ejemplo, en San Francisco El Alto, Totonicapán, se observó en redes sociales una fiesta multitudinaria. Al ser consultadas las autoridades municipales, estas comentaron que no pudieron hacer nada para evitarla porque eran varias personas aglomeradas e irrumpir su celebración conllevaba riesgos.

¿Quién manda a nivel local?

Evidentemente, los alcaldes no siempre tienen el liderazgo ni la autoridad para hacer valer las medidas sanitarias. Tampoco las instituciones del gobierno central como el Ministerio de Salud o la Policía Nacional Civil, ya que ambas han manifestado que carecen de personal e insumos suficientes.

En ese sentido, los consejos comunitarios de desarrollo, aunque la ley no los define como una autoridad local, sino como un mecanismo de participación en el desarrollo de un territorio, muchas veces resultan ostentando más poder en los territorios que los mismos alcaldes, explica  Ana Paredes Marín, del Instituto de Investigación sobre Dinámicas Globales y Territoriales de la Universidad Rafael Landívar (IDGT).

“Eso principalmente ocurre en zonas alejadas de espacios urbanos. En espacios urbanos los vínculos con figuras comunitarias no son las más fuertes, ahí las necesidades se resuelven a nivel de oficinas municipales”, explica Paredes Marín.

En el 2020, en la primera etapa de control del coronavirus, en comunidades se estableció una restricción de visitantes a discreción de los mismos vecinos. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Además de los COCODES, también hay otros actores de interés que tienen influencia a nivel local. Entre estos se encuentran las iglesias, que orientan la idiosincrasia comunitaria y organizaciones gremiales, como transportistas, locatarios de mercados y, en general, el comercio e industria local.

“Las municipalidades han tenido límites para resolver los problemas a nivel comunitario, que va más allá de la gestión de un problema cotidiano. Muchos asuntos tienen que ver con economía, transporte y ha habido falta de coordinación con las fuerzas locales. No se les ha escuchado y eso aumenta la conflictividad.

Una de las razones por las que las municipalidades y el gobierno central no han podido gestionar de forma adecuada la pandemia es porque no comprenden “la salud y las enfermedades desde las construcciones culturales de la comunidad. Se habla de pueblos indígenas como una comunidad, pero se desconoce su lógica comunitaria”, explica la investigadora.

Marvin de León, de la Asociación Nacional de Municipalidades (Anam), dijo que parte de los desórdenes se deben a que hay lugares donde la organización comunitaria es “fuerte y sólida” y tiene una forma de vivir que conlleva ciertas celebraciones tradicionales. Y aunque el alcalde no las autoriza ni las promueve, es imposible frenarlas.

En algunos municipios la población ha organizado fiestas a pesar que el semáforo epidemiológico lo marca en rojo. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

De León asegura que las medidas se respetarían si se hubiera aprobado el estado de calamidad, sin embargo, el año pasado, cuando estuvieron vigentes las restricciones de garantías, también se registraron fiestas y contravención a medidas sanitarias.

“A parte debemos entender que las personas están cansadas del encierro y las comunidades tienen costumbres y tradiciones de cada fecha y esto genera concentraciones”, dijo.

Jahir Dabroy, de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asies), considera que el gobierno debe intensificar las estrategias de vacunación, lo cual representa en un reto con rezagos en temas educativos.

En ese sentido, debe de potencializarse la relación entre consejos comunitarios de desarrollo, ya que son el único eslabón de comunicación que la administración pública tiene con las localidades de un municipio.

Dabroy dice que el único mecanismo para que corporaciones ediles y demás instituciones retomen su legitimidad es mediante el diálogo, algo que no se logra de forma inmediata. “Se deben buscar acercamientos de alcaldes con las comunidades y coordinar con los actores que participan en los cocodes”, afirma el entrevistado.

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