La resistencia en contra de la mina inició el 2 de marzo de 2012, los pobladores bloquearon la entrada a la mina y permanecieron allí por once meses, hasta que fueron desalojados por la Policía Nacional Civil.
Los inconformes piden que se haga una consulta de vecinos para saber si el pueblo acepta este proyecto.
Durante el primer año de resistencia se registraban pérdidas por casi US$3 millones (Q24 millones) para la empresa, puesto que debe invertir en el mantenimiento sin poder operarla.
En ese lapso de tiempo, la paralización de la empresa también generó pérdidas entre 8 a 10 millones de dólares en regalías para el Estado.
*Con información de Carlos Álvarez