El Organismo indicó que se identifican peligros de carácter fungoso —hongos— y bacteriano por enfermedades como broca, roya y ojo de gallo del café.
También la sigatoka en plantaciones de banano, marchitamientos vasculares en las hortalizas, moscas de la fruta y HLB de los cítricos, cogollero en el maíz y pulgón amarillo en el sorgo.
Eddy Sánchez, director del Instituto Nacional de Sismología Vulcanología Meteorología e Hidrología (Insivumeh), precisó que en el foro regional centroamericano, realizado en Costa Rica, se llegó a la conclusión de que la tendencia es que en los próximos tres meses la lluvia se incremente.
El experto indicó que el fenómeno de La Niña está casi formado, lo que contribuye a que grandes cantidades de precipitación caigan en la región e incluso con episodios peligrosos.
Evelio Alvarado, gerente de Asociación Nacional del Café (Anacafe), explicó que tienen un monitoreo de alerta temprana, el cual genera un reporte semanal sobre enfermedades en el café.
Alvarado confirmó que la lluvia trae un aumento de las enfermedades y destacó que impulsan la utilización de funguicidas para mantener a raya a la plaga.
OIRSA recomendó a los agricultores aumentar las labores de vigilancia, monitoreo y diagnóstico; remoción de frutos y plantas con síntomas aparentes.
Asimismo utilizar variedades resistentes a enfermedades específicas; desarrollar procesos de drenaje y conservación de suelos; adecuar las fertilizaciones; y promover acciones de control biológico.
Animales
La fuerte lluvia que se espera también puede afectar la salud de animales pues puede existir un incremento vectores ligados a enfermedades intestinales y respiratorias.
Las zonas con precipitaciones arriba de lo normal, y poca capacidad de drenaje, pueden presentar escases de alimento por inundaciones, estrés y contaminación de fuentes de agua.
Enfermedades como la leptospirosis, la encefalomielitis equina, la influencia aviar y la pododermatitis son consideradas amenazas importantes para este período.
El desarrollo de labores de vigilancia y diagnóstico, la desparasitación, vitaminado, mineralizado, inmunización de los animales y optimar los procesos de drenaje son tareas importantes en términos de manejo y previsión.
Al mismo tiempo, la mejora de los corrales y las instalaciones en función de techo; el desarrollo de bancos forrajeros; y la creación de silos son fundamentales para los procesos de adaptación.
Dada la amenaza de lluvias prolongadas es importante prever el traslado de los animales a sitios altos, recomendó OIRSA.