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Volcán de Fuego: Ríos de rocas y ceniza son una amenaza para poblados

Cuando hace erupción el volcán de Fuego, a la Conred e Insivumeh les preocupa cómo, en qué momento y a qué hora podría descender un río de piedras y ceniza hacía las barrancas y ríos porque podría dañar puentes y carreteras de los pueblos cercanos. 

El material volcánico que arrastran los ríos es el principal problema de las fases eruptivas. (Foto Prensa Libre: Conred)

El material volcánico que arrastran los ríos es el principal problema de las fases eruptivas. (Foto Prensa Libre: Conred)

Personal del Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh) y de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) monitorean la sexta erupción de año del volcán, que finalizó hoy.

A las autoridades no les preocupa tanto la caída de ceniza, sino la acumulación de rocas volcánicas en el cono. El riesgo es que, cuando llueve, todo el material va hacia los ríos en las faldas del complejo volcánico que podría provocar destrucción en los poblados e infraestructura vial.

Gustavo Chigna, jefe de la sección de geofísica del Insivumeh, explicó que desde el año 2015 el volcán de Fuego aumentó su actividad desde que se reactivó en 1997.

Desde el 2015 hasta el 2014 su promedio de fases eruptivas al año era una, a excepción del 2005, que fueron seis.

Desde hace tres años el promedio anual son 15 erupciones, es decir, una fase eruptiva cada 20 o 25 días, un patrón nunca antes visto.

El experto mencionó que las erupciones han dejado millones de metros cúbicos de material que con la lluvia descienden poco a poco.

  • Descenso material volcánico

RN14 Correntadas de Lahar descienden del volcán de fuego.

Posted by NOTI SEIS on sábado, 18 de junio de 2016

Para dar una dimensión del peligro, Chigna explicó que la fase eruptiva de mayo último arrojó 16 millones de metros cúbicos de ceniza, roca y lava.

Una porción de esos materiales llenó una barranca que tenía cien metros de ancho y 30 de profundidad. “El material sobresalió unos 10 metros de lo que era la barranca, explicó el experto.

En junio pasado —un mes con lluvia arriba de lo normal— bajó en promedio un flujo de material al día.

Esta situación ha provocado destrucción en puentes y carreteras cercanas a los caudales en los que pasa el material.

Otra situación que causa alarma es que en los próximos meses se espera que llueva mucho, particularmente en la cadena volcánica, lo que provoca un peligro latente en el sector.

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